El oleoducto que transporta el crudo por debajo del mar desde la monoboya hasta la refinería La Rábida de Cepsa, en Huelva, registró ayer un derrame accidental durante la descarga de un petrolero, que provocó una mancha de fuel. El vertido avanzaba ayer hacia las zonas turísticas de Mazagón y Matalascañas, sujeto a cambios de viento.
El Gobierno aún no ha valorado la repercusión exacta del vertido pero por los medios invertidos en su contención no parece que sea menor. La Subdelegación del Gobierno informó de que una vez que la empresa detectó el accidente a las 12.45 horas, se suspendió la operación de descarga y se activó el Plan de Emergencia de Terminales Marítimos. El Ministerio de Fomento movilizó de inmediato a todos sus efectivos, tanto de Salvamento Marítimo como de la Marina Mercante. Un helicóptero empezó a sobrevolar la zona para hacer seguimiento de la mancha. También se ha movilizado un avión de ala fija procedente de Valencia, una lancha de salvamento y el remolcador de lucha contra la contaminación.
El buque, que se encontraba descargando SCF Caucasus, de bandera de Liberia y que transportaba crudo procedente de Tenerife, fue inspeccionado en siete ocasiones y desde 2002 ha tenido cero deficiencias.
También fueron trasladados desde Sevilla medios terrestres de contención, camiones y barreras para la recogida en la playa de crudo si fuera necesario. El subdelegado del Gobierno en Huelva, Manuel Bago, convocó con urgencia a todas las partes implicadas a una reunión.
A última hora de ayer, la mancha de crudo había alcanzado ya la zona del Espigón Juan Carlos I de Huelva y, según divisaban los medios aéreos del Ministerio de Fomento, se dirigía hacia Mazagón, donde se van a extender barreras a la altura del Parador Nacional para evitar que avance hacia Matalascañas (Almonte). No obstante, los cambios de viento y de mareas que se prevén de madrugada podrían conducir de nuevo el hidrocarburo mar adentro.
La Subdelegación del Gobierno de Huelva informó en comunicado de que, según la última hora de Salvamento Marítimo, el avión Sasemar 101 divisba dos manchas diferenciadas. Una alargada que había sobrepasado el Espigón Juan Carlos I y se dirigía hacia el Este, compuesta por regueros paralelos y dispersos de densidad moderada, entre los que se encuentran algunas galletas de fuel y que ocupaba una extensión de unas 4,5 millas de longitud por 50 metros de anchura. La otra era una mancha circular situada a unas 1,5 millas de la tierra al Este de la primera. Su tamaño era de 0,7 millas y estaba compuesta también por varios regueros de densidad moderada. La Junta, después de activar el Plan de Emergencias, dio instrucciones a los ayuntamientos de Huelva capital, Moguer y Palos para que activen sus propios planes.
