Branko Milisavljevic desveló ayer las sensaciones que palpa en el vestuario del Cajasol, triste colista de la ACB, donde apenas lleva unos días. Admite que nunca antes en su carrera se vio en una situación similar y que le ha sorprendido la concienciación de sus compañeros sobre el problema que tienen entre manos.
El base serbio respondió sin tapujos sobre el estado anímico que se ha encontrado en el vestuario del Cajasol. "Me ha sorprendido que en el vestuario hay buena gente que está sufriendo mucho con esta situación. Hay una gran concienciación de los problemas, y puede que eso esté lastrando el rendimiento de la plantilla, porque la ansiedad y el miedo te atenazan en los momentos clave", dijo en respuesta a las preguntas de los aficionados en ACB.com.
"Lo importante es que todos queremos pelear por el objetivo de salir de ahí abajo, en eso no hay dudas. Tengo experiencia y no me asusta coger el toro por los cuernos", añadió el jugador nacido en Uzice hace 32 años, quien, en cualquier caso, apuntó que "es la primera vez que tengo que luchar por evitar el descenso. Siempre hay una primera vez para todo y me lo tomo como un reto deportivo más en mi trayectoria. Es atractivo para mí".
Sí recordó que en su periplo en Olympiacos "se vivía una mala situación, con muchos problemas, sobre todo económicos. Se cometieron muchos errores en muchos aspectos. Recuerdo que fue una mala época para el club, pero tengo claro que es uno de las más grandes clubes de Europa, con muchos aficionados detrás. Es un club maravilloso pero en ese momento era otro Olympiacos".
También aclaró su salida de Valladolid en la pretemporada de la 2007-08. "Nadie me había dicho que querían que jugara de escolta. Soy base y cuando llevaba dos o tres semanas en Valladolid el entrenador (Javier Imbroda) me dijo que jugara de escolta. Nunca había jugado en esa posición y me parecía algo extraño que un equipo fiche a un jugador sin saber en qué posición juega. No estaba de acuerdo, se lo dije a mi agente y se acabó la vinculación".