Ninguna de las zonas en las que el Ayuntamiento intervino por el exceso de ruidos ha logrado librarse de las restricciones... hasta ahora. La declaración como Zona Acústicamente Saturada (ZAS) ha incrementado las posibilidades de descanso de los residentes pero ha limitado las opciones comerciales de estas áreas en las que no se ha abierto ningún bar en los últimos años. De las más de 110 calles afectadas por estas restricciones, unas 90 se encuentran en distintas fases del proceso de revisión en estos momentos. La premisa es clara: harán falta dos informes para retirar esta restricción, el primer estudio oficial y un segundo análisis en caso de que las mediciones sean más bajas del límite fijado por ley.
Entre 2007 y 2008 debían revisarse ocho de las trece zonas repartidas por la ciudad, y todas siguen en proceso. Ninguna se ha resuelto. En seis de ellas, los trámites están más avanzados. Son 50 calles que se debaten entre una prórroga de las restricciones o dar vía libre a la entrada de nuevos establecimientos.
En tres de estas áreas, que comprenden alrededor de 25 calles -Gavidia, Reina Mercedes y Salado- , las mediciones fueron favorables al levantamiento de las restricciones. Los técnicos detectaron que se podía retirar la calificación de Zona Acústicamente Saturada al confirmarse que el nivel de ruido es inferior al que establece la ley para aplicar las restricciones. Pero la Delegación de Medio Ambiente, que dirige Encarnación Martínez, contactó con los vecinos y decidió asegurarse: se encargó un nuevo estudio externo de acústica. Si no es favorable a mantener la restricción, se levantará. Si lo es, será una decisión más política sobre cuál de los estudios atender. Éste es el método que se emplará en el resto de áreas.
En el caso de Triana Norte, Plaza de Armas y Betis, en el pasado mes de octubre se aprobó la suspensión provisional de la concesión de nuevas licencias debido a que ya había caducado el periodo en el que legalmente se podían denegar estos permisos. Ahora los técnicos están en plena fase de estudios, que puede conducir a la eliminación de las restricciones o a su mantenimiento.
Más retrasado va el proceso en el caso de Viapol y la Alfalfa, así como en las zonas de Montecarmelo, Arenal y Virgen de la Cinta -cuya renovación provisional de la declaración de ZAS se aprobó en la última Junta de Gobierno Local-, donde se están aún realizando los informes previos a las mediciones que deben determinar cuál es el nivel de ruidos del área. Para julio de 2010 quedan las áreas más jóvenes de todas: Blanco White y Nueva Torneo.
En todos estos casos,el Ayuntamiento aplicó las restricciones como una medida provisional cuando se rebasaban los índices establecidos en el reglamento de protección contra la contaminación acústica. Es sólo durante tres años, aunque casi siempre este límite se sobrepasa sensiblemente. Eso sí, hace ya más de un año que no se da un paso para incrementar el número de zonas acotadas para la apertura de nuevos establecimientos. El amago de la Alameda de Hércules quedó en suspenso a la espera de resolver las actuales ZAS.
