El viaje hasta Utrera del muro de Berlín

Un nuevo capítulo sobre la autenticidad o no de los trozos del Muro de Berlín que existen en Utrera. Casi dos décadas después de que llegaran a la ciudad, procedentes de la Exposición Universal de Sevilla de 1992, las personas que gestionaron el desplazamiento de estos fragmentos explican cómo ocurrió.

el 26 dic 2010 / 18:46 h.

Los hermanos Luis y Ramón González Parreño llevaron el muro de la Expo a Utrera.
La Isla de la Cartuja era un continuo trasiego de trabajadores, empresas y camiones que ayudaron a desmantelar muchos de los pabellones que habían asombrado al mundo, entre ellos el de Alemania, que tenía como uno de sus principales atractivos los supuestos restos del muro. Luis y Ramón González Parreño, actuales propietarios de la empresa de toldos y comunicación visual Sombrasur, acababan en ese momento de llegar a Utrera y, poco a poco, con mucho trabajo, intentaban abrirse camino en el difícil mundo de los negocios.


"Conocimos a Detlev Zobel, comisario del pabellón de Alemania, ayudamos en el desmantelamiento de las instalaciones y le preguntamos si nos podíamos llevar los restos del muro, que él aseguraba que eran auténticos", señala Luis. Recuerda que "al principio se puso difícil la cosa, ya que el muro tenía muchas novias, entre ellos algunos políticos", aunque finalmente un día les llamó y les dijo que fueran a recogerlo". En ese momento, estos dos hermanos tuvieron la idea de recoger los restos del muro y regalárselos a la ciudad de Utrera, para que todos los vecinos pudieran tener en su pueblo un recuerdo tan significativo como éste.

Como no tenían medios, acudieron al Ayuntamiento de Utrera para pedir ayuda a la hora de transportar los restos desde la capital hispalense. Les ofrecieron un camión de la flota municipal, que recogió el monumento, cediéndose entonces el muro a la ciudad. El comisario les entregó un papel en el que certificaba la entrega de los restos, que todavía hoy en día conservan estos hermanos.

"En un principio nos dijeron que cuando se inaugurara el monumento nos llamarían pero, al final, el muro se dejó de cualquier manera detrás del antiguo cuartel de la Guardia Civil y nadie nos llamó ni nada", comentan al respecto. Ya por aquel entonces el Ayuntamiento de Utrera aprobó en un pleno la colocación del muro traído por los hermanos González Parreño detrás de dicho lugar.

Como en 2009 se cumplió el vigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín hubo mucho empeño por parte de algunos en reclamar la autenticidad de los trozos que poseían de esta pared que durante décadas dividió la capital alemana, igual que ocurrió en Utrera, donde además se criticó el abandono en el que estaba su pedazo.

Durante muchos años los fragmentos han permanecido en ese mismo lugar, aunque recientemente el Ayuntamiento de Utrera los trasladó al parque de la Libertad, donde en fechas próximas se espera una inauguración oficial y la colocación de una placa reconociendo la labor de Sombrasur en toda esta historia. Sus responsables afirman que "el sitio elegido es bonito, ya que el propio nombre del parque tiene cierto simbolismo con el muro". Del mismo modo, celebran que "también así los niños que jueguen en el parque podrán preguntarles a sus padres por el monumento y conocer la historia del muro", y la importancia simbólica que este elemento representa... más allá de su autenticidad o no.

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