Árboles, ramas, antenas, señales de tráfico, vallas publicitarias... Es lo que ayer se llevó por delante el fuerte viento con rachas de hasta 80 kilómetros por hora que trajo el temporal de lluvia y viento que azotó Sevilla y que dejó cuatro heridos leves al desplomarse un árbol sobre un autobús que circulaba por el Duque.
La ciudad vivió ayer una mañana invernal que invitaba a quedarse en casa. La alerta naranja decretada por la Agencia Estatal de Meteorología (AEM) ante el riesgo tormentas y fuerte viento desbordó los servicios de emergencias, que no pararon a atender los numerosos avisos que, a causa del vendaval, se registraron desde primeras horas de la mañana.
La salida de Bomberos para retirar ramas de árboles y demás elementos del mobiliario urbano fue constante. El Ayuntamiento, a través del Cecop, contabilizó 194 incidencias, la mayoría (88) por derrumbamientos y caídas a causa de la furia del dios Eolo. El temporal provocó además 73 incidencias en el tráfico.
El caso más aparatoso se produjo sobre las 8.50 horas en la céntrica Plaza del Duque. La caída de un árbol -una grevillea robusta o roble australiano- de cuatro toneladas sobre un autobús urbano de Tussam dejó cuatro heridos leves, el conductor y tres viajeros.
Todos requirieron de atención sanitaria aunque su estado (crisis de ansiedad y golpes leves por el frenazo al que se vio obligado dar el conductor tras el siniestro) no revistió gravedad en ningún momento. Los pasajeros -dos varones y una mujer- fueron traslados al hospital Macarena, a excepción del conductor que se derivó a Fremap. Al final de la mañana, todos fueron dados de alta.
Según relataron testigos presenciales a los servicios del 112, buena parte del árbol de unos diez metros cayó encima de un autobús de la línea 14 de la empresa municipal Tussam, que une el barrio de Pino Montano con el casco histórico. No fue el único ejemplar que no resistió los envites del fuerte viento.
Hubo un segundo árbol caído. Según relató a los micrófonos de Radio Sevilla de la Cadena Ser, Antonio Roda, jefe del servicio de extinción de Bomberos de Sevilla, "en al principio se temió lo peor, ya que nos alertaron de que el vehículo era de gas natural".
La Policía Local acordonó en un primer momento toda la plaza, mientras que los Bomberos, en colaboración con el personal de la empresa de limpieza (Lipasam), se afanaron en retirar las ramas de los dos árboles derribados.
El suceso afectó a las líneas de autobús 13 y 14, con parada en el Duque, que durante buena parte de la mañana tuvieron su última parada en la Alameda. La ruta y el tráfico rodado se restableció al final de la mañana. También hubo que cortar parcialmente el tráfico en la trianera calle de San Jacinto, donde el viento despobló las copas de los árboles.
En el bulevar de la Alameda, el viento arrancó de cuajo hasta ocho ejemplares, mientras que en el Alamillo las ramas obstaculizaron una parada de Sevici. Para evitar un mal mayor, la Delegación de Parques y Jardines echó el cierre a las zonas verdes e inspeccionó los eucaliptos del Vacie.
Bomberos registró 115 intervenciones hasta las 19.00 horas, de las que destacan la caída de un andamio sobre un vehículo en Barrau, y de árboles en Eduardo Dato y Plaza de Armas, entre otros. Hoy el viento amainará de ahí que Meteorología rebaje ahora su nivel de alerta a amarilla, aunque por precaución seguirán cerrados los parques públicos.