El Villarreal sumó los tres puntos en juego ante el Deportivo de La Coruña en un partido en el que el equipo del chileno Manuel Pellegrini fue muy superior al cuadro gallego. Sólo su falta de puntería le privó de un triunfo más amplio. Salvo en los minutos iniciales del choque, el equipo de Miguel Ángel Lotina se vio desbordado por el conjunto local. En la recta final, el conjunto gallego buscó el empate pero con menos intensidad.
Los dos equipos iniciaron con mucha energía el partido. Tanta que a los 20 minutos el árbitro ya había mostrado cuatro tarjetas amarillas. Una vez asentados, fue el Deportivo el que se hizo con el mando del encuentro, pero el gol de Santi Cazorla lo cambió todo. El Villarreal se creció con el tanto y, dos minutos después, el mexicano Guille Franco probó fortuna desde fuera del área, con buena respuesta de Aranzubia. Poco después, Senna puso en apuros a los deportivistas. El Villarreal era el dueño y señor y ofrecía con diferencia los mejores instantes de fútbol desde que empezó la pretemporada.
El guión de la primera parte se prolongó en el comienzo de la segunda. El Villarreal era el absoluto dominador del juego y las ocasiones se sucedían en la meta del Dépor, en la que la destacada actuación de Aranzubia evitó males mayores a los suyos, ya que Cazorla y Altidore pudieron ampliar la ventaja en el marcador.
El único pero al juego del Villarreal en todo el encuentro fue la falta de acierto en los metros finales. Precisamente no haber sentenciado el partido con un segundo gol motivó que el Villarreal pasase por algunos apuros en los minutos finales del choque, puesto que el Deportivo merodeó la meta de Diego López como al principio del partido, aunque Cazorla todavía volvió a desaprovechar otra opción de marcar el segundo de los locales ya en el tiempo añadido.
