El Virgen del Rocío investiga la muerte de un bebé de Umbrete en urgencias

El niño falleció tras una operación y después de sufrir cuatro paradas cardiorrespiratorias en un proceso en el que los padres consideran que hubo negligencia.

el 10 nov 2009 / 20:07 h.

El hospital Virgen del Rocío investiga si hubo negligencia en el caso de un bebé muerto en las urgencias del mismo, tal y como hicieron público ayer sus padres. El matrimonio, residente en Umbrete, acusa al hospital de negligencia por la pérdida de su bebé, de apenas 1 año y que padecía una enfermedad rara. Ellos sostienen que su muerte se podría haber evitado si le hubieran hecho "una simple radiografía".

La propia madre explicó ayer a la agencia Europa Press que el niño padecía hiperinsulinismo, lo contrario a la diabetes, por lo que su páncreas segregaba "más insulina de lo normal", lo que le ocasionaba "entrar en hipoglucemia". Debido a su corta edad, a lo seis meses le pusieron en el vientre un catéter para alimentarlo.
Sin embargo, el pasado 16 de octubre empezó a quejarse porque le dolía el abdomen, tras haberle cambiado el catéter por una posible obstrucción después de su alimentación, tal y como les habían indicado en el hospital. Pero el menor seguía aquejado e incluso "empezó a sangrar". Los progenitores decidieron llevarlo al hospital, donde, según su versión, un cirujano "se limitó a palpar el vientre del niño" y les dijo que estaba bien. "No le dio importancia al sangrado y nos recetó paracetamol e ibuprofeno", dijo.

Horas después, el niño empeoró y volvieron al hospital. "Ya por fin le hicieron la radiografía en la que se observó que el catéter estaba mal colocado", precisó, a lo que sumó que "toda la alimentación que el niño había recibido hasta ese momento se encontraba fuera de su estómago por lo que tenían que operarlo de urgencias para extraérsela".

De este modo, los padres entienden que el hospital se equivocó. "Porque le deberían haber hecho unas pruebas desde el primer momento, ya que además era un niño considerado de alto riesgo y el hospital no se concienció de ello", reiteró la madre, quien insistió en que pidieron "desesperadamente" que contactaran con un endocrino y que le controlaran "en todo momento" los niveles de glucosa, algo que según denuncian, no se cumplió. Los padres aseguraron sentirse "completamente solos", sobre todo tras "seis horas de espera" para que entrara en quirófano.

El niño fue intervenido quirúrgicamente, pero no soportó la operación y falleció en la unidad de cuidados intensivos (UCI) "tras cuatro paradas cardiorrespiratorias". El padre, Antonio Arcos, exigió ayer justicia para que esto no vuelva a ocurrir. "Emprenderemos acciones legales, porque el kit que nos entregaban de forma frecuente para poder dar la alimentación a nuestro hijo no deben manipularlo los padres en ningún momento", dijo.
Para concluir: "Creemos que se quedó sin aporte de glucosa y tuvo una bajada muy brusca de glucemia que fue lo que le provocó una muerte encefálica".

El hospital por su parte, tras lamentar la muerte del bebé y ponerse a disposición de los progenitores afectados por este drama, confirmó que hay en marcha una investigación interna para estudiar el caso, con la petición de informes por escritos a los servicios de urgencias y UCI, pediatría, cirugía pediátrica y anestesia, así como al área de enfermería del centro hospitalario donde fue atendido este menor.

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