Empatado a puntos con el Recreativo, que está en puestos de descenso, el Zaragoza se ha transformado en un firme candidato a bajar a Segunda. La fragilidad defensiva y la incapacidad de jugar como un bloque desangran a una de las plantillas con más talento de la Liga.
Los cuatro entrenadores que han pasado por el banquillo maño en dos meses es un claro ejemplo de las dificultades que está atravesando el Zaragoza en una temporada en la que se habían fijado muchas expectativas.
Ninguno de estos técnicos ha podido sacar rendimiento a un plantel con muchas individualidades, confeccionado a base de talonario. Primero fue Víctor Fernández, cesado por los malos resultados obtenidos, al ser eliminado en UEFA por el Aris de Salónica y al encontrarse muy lejos de los puestos europeos, el objetivo a principios de curso. Garitano fue su sustituto, pero tanto él como Irureta, su sucesor en el cargo, salieron corriendo al sentirse incapaces de controlar un vestuario muy problemático.
Finalmente, Manuel Villanova, el hasta entonces preparador de la SD Huesca, fue el elegido para lidiar con esta situación tan complicada. Cuando el ex portero del Zaragoza y del Betis, entre otros, cogió las riendas del conjunto aragonés, éste se encontraba tres puntos por encima del descenso. Ahora, tras conseguir cuatro puntos de doce posibles, sólo el goal-average general lo separa de la catástrofe.
Con dinamita arriba pero sumamente frágil atrás, el Zaragoza no se ha mostrado en todo el curso como un equipo propiamente dicho. Los 51 tantos que ha encajado lo convierten en el segundo más goleado de la Liga, sólo superado por el Levante (57).
Además, varios futbolistas llamados a marcar diferencias no han rendido como se esperaba por diversos motivos. Matuzalem y Aimar han estado gran parte de la temporada lesionados y D'Alessandro, traspasado en febrero a San Lorenzo de Almagro, era una fuente de problemas y discordia.
Si no fuera por Diego Milito y Ricardo Oliveira la tesitura de su equipo sería desastrosa. Entre ambos han anotado 26 de los 41 goles del Zaragoza, que es el séptimo en esta faceta. Esta pareja es la cuarta más efectiva del campeonato, empatada con la del Atlético, Agüero y Forlán, y sólo superada por la del Mallorca, Güiza y Arango (28); la del Real Madrid, Raúl y Van Nistelrooy (28); y por la del Sevilla, Luis Fabiano y Kanouté (33).