“Caos y abandono”, así califica el presidente de la intercomunidad de propietarios del Núcleo Residencial El Zodiaco, Ángel Naranjo, la relación de los vecinos con el Distrito San Pablo-Santa Justa. “No atienden nuestras propuestas y no nos representan en las reuniones con el Ayuntamiento”, critica.
Esta situación se remonta a 2007, año en el que Ángel Naranjo llegó a la presidencia de la junta rectora. Desde entonces, las reclamaciones sobre el mal estado del barrio han sido las mismas que en 2010, ya que la mayoría de las peticiones no se han atendido, según reclama este vecino. “El distrito tiene que ser un filtro con el Ayuntamiento y debe ejecutar la gestión de las propuestas de los residentes”, solicita Naranjo. “Le pedimos albero para el parque y me dicen que ellos no tienen. ¡Ni que fueran una cantera!”, ironiza el presidente.
Ante los problemas con el distrito, él mismo tiene que realizar a menudo los trámites con el Consistorio y es así como ha logrado reunirse con representantes de las delegaciones de Parques y Jardines, Urbanismo, Movilidad e, incluso, Lipasam. Por su parte, la directora del Distrito San Pablo-Santa Justa, Marian González, niega esta situación y asegura que no tienen problemas con ellos: “Siempre que sea de nuestra competencia, se les atiende”.
La principal queja de estos vecinos es para Urbanismo y Movilidad. Entre los problemas de la barriada, la calle Rafael Alberti es la vía que presenta más desperfectos. Las aceras están levantadas, el alcantarillado presenta averías y los problemas de aparcamiento dificultan el tráfico a diario. “Los vehículos aparcan en los pasos de cebra y en zonas prohibidas, se montan en las aceras y estacionan en doble fila”. Según Ángel Naranjo, muchos vehículos proceden de otras barriadas o pertenecen a empleados de los alrededores. Por ello, la principal petición que hace este grupo vecinal es el cierre al tráfico rodado de la zona residencial, una propuesta para la que sería necesario cambiar la clasificación que tiene otorgada el PGOU para algunas de las calles. “No queremos privatizar la zona”, sentencia Naranjo, que propone frenar la saturación de vehículos.
Otra posible solución sería la construcción del aparcamiento subterráneo que el Ayuntamiento tiene proyectado para El Zodiaco. Sin embargo, a finales de 2010 la obra cumplirá tres años de retrasos. A pesar de los 1.000 euros de fianza que los vecinos entregaron a la constructora Equipark, sólo cerca de 100 vecinos –de los 800 residentes– han visto devuelta la inversión. Los afectados han empezado a tramitar una denuncia contra el Ayuntamiento por prevaricación y a la que ya se han sumado medio centenar de sevillanos a los que el Gobierno municipal debe una plaza de parking.
Otra de las promesas que quedarán sin cumplir es la ejecución de las reformas planificadas en el II Plan de Barrios. Según Ángel Naranjo, con las últimas modificaciones que se han efectuado en el proyecto se han eliminado las principales obras y las más necesarias. Ahora, el proyecto sólo prevé el enlosado del paseo que atraviesa el parque ubicado en la plaza Párroco Joaquín Morón Ríos –donde antes estaba planificada la construcción del parking– y de la zona verde situada en la Avenida de Llanes. Sin embargo, en un primer momento, establecía la reurbanización completa de la calle Rafael Alberti.
“La barriada tiene 30 años y su conservación debería tener prioridad sobre otras obras nuevas, como las peatonalizaciones, aunque éstas también sean necesarias”, expone. Sin embargo, Marian González cree que durante las dos últimas legislaturas se han realizado muchas reformas en el barrio y confirma que se están estudiando las nuevas propuestas de los residentes.
