El servicio de recogida de animales arrastra una importante deficiencia desde hace años. Las instalaciones del zoosanitario, que deben albergar a todos los animales recogidos en la vía pública y abandonados, tenían un elevado grado de deterioro y no estaban adaptadas a las necesidades del servicio, hasta el punto de que los propios trabajadores habían construido los establos de forma provisional. La reforma se impulsó finalmente en 2009, aunque no ha sido hasta el mes de marzo cuando se ha adjudicado de forma provisional.
La delegada de Salud y Consumo, Teresa Florido, trasladó el pasado jueves a los sindicatos los nuevos plazos: el proyecto tardará unos seis meses y debe por tanto estar concluido antes de fin de año.
La reforma, con un presupuesto superior a los dos millones de euros, permitirá duplicar la capacidad de acogida de animales y mejorar su situación. Según los datos del proyecto, habrá espacio para 50 perros, otras tantos gatos, una decena de caballos, una pajarera para 30 pájaros y un espacio habilitado específicamente para animales de terrario. El doble de lo que se permite ahora y sobre todo con unas mejores condiciones. "Las instalaciones han sufrido un importante deterioro por la inestabilidad del terreno y las características de las construcciones", recoge el proyecto ya aprobado.
Estas mejoras llevarán aparejadas una revisión de las condiciones de trabajo de la plantilla: "Las actuales cuadras se encuentran junto a la zona de vestuarios y duchas del personal laboral, lo que ha generado condiciones insalubres por olores y moscas, sobre todo en épocas de calor". Estas nuevas instalaciones servirán para relanzar un nuevo modelo de trabajo planteado desde la Delegación de Salud y Consumo. Hasta ahora, los animales que eran recogidos o entregados al Zoosanitario eran remitidos a la Sociedad Protectora de Animales, que debía gestionar las adopciones o tomar las medidas necesarias. De esta forma, se evitaba la saturación del centro municipal y se daba salida a todos los animales que entraban. Con el nuevo modelo las gestiones se coordinan desde el propio centro zoosanitarios.
Sus trabajadores han iniciado una campaña, apoyados por el Ayuntamiento, para que sean adoptados los animales, una vez que han superado las revisiones sanitarias. "El sistema está funcionando perfectamente. Desde que se ha puesto en marcha no hay ningún animal al que no se le haya encontrado un hogar", explica Florido.
«El centro necesitaba una rehabilitación integral»
La delegada de Salud y Consumo, Teresa Florido, hace sus cálculos: con la adjudicación provisional ya en marcha, los trámites que quedan pendientes no impedirán que las obras puedan arrancar antes del verano, de forma que, al tener prevista una duración de seis meses, todo puesta estar listo a finales de 2010. "El centro necesitaba una rehabilitación integral porque estaba en muy mal estado. Hemos aumentado la capacidad y hemos introducido zonas para nuevas especies. Esto va a cambiar completamente la situación de los trabajadores", explicó Florido. El plan de mejora incluye también un incremento de la plantilla aunque no lo suficiente para que se reactive el servicio por las tardes que fue suspendido por su elevado coste económico.
