Cultura

Elías Querejeta recibe la Espiga de Honor de la Seminci

El productor cinematográfico Elías Querejeta, que recibió el viernes la Espiga de Honor de la 53a Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), asegura que nunca ha buscado el agradecimiento de los directores con los que ha trabajado y ha reconocido haber discutido "muchas veces" con ellos.

el 15 sep 2009 / 17:19 h.

El productor cinematográfico Elías Querejeta, que recibió el viernes la Espiga de Honor de la 53a Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), asegura que nunca ha buscado el agradecimiento de los directores con los que ha trabajado y ha reconocido haber discutido "muchas veces" con ellos.

Elías Querejeta (Hernani, Guipuzcoa, 1934) recalca que no le gusta hacer balance de su trayectoria, formada por películas que ha producido de la mano de directores con los que siempre ha mantenido una "estrecha y positiva" relación, tanto en lo personal como en lo profesional.

La labor de productor, basada en los aspectos organizativos y técnicos de la elaboración de una película, ha sido suficiente para Querejeta, quien ha confesado que "nunca" ha tenido pasión por dirigir. Aunque no se considera "autor", porque en cine es una forma de trabajo "muy extensa", Querejeta también escribe guiones, como el que mañana presentará en la Seminci junto con Juan Manuel Chumilla, director de El agua de la vida, un documental sobre el carácter antropológico de los ríos. "Me siento orgulloso de haber metido un gol al Real Madrid", bromeó el productor, en respuesta a la pregunta sobre de qué siente más orgullo de su carrera.

Y es que, con poco más de veinte años fue jugador de la Real Sociedad, una profesión que dejó en 1960 para trasladarse a Madrid y comenzar proyectos encaminados al cine, y que estrenó con su primer cortometraje, A través de San Sebastián (1961).

Carlos Saura, Víctor Erice y Julio Médem son algunos de los cineastas que han confiado en la visión productora de Querejeta, quien ha descartado sentirse "revolucionario" tras haber sorteado en más de una ocasión la censura franquista, con películas como La caza (1965) y La prima Angélica (1973), de Carlos Saura. "La censura del franquismo fue un horror", ha sentenciado Querejeta, quien ha reconocido haber falseado guiones durante la dictadura con el objeto de sortear, por lo menos, el primero de los dos tipos de represión cultural -censura sobre el guión y sobre la película-.

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