El secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, considera que el presidente del PP, Mariano Rajoy, "no está en condiciones" de ofrecer a este partido lo que necesita: "un liderazgo renovado, sólido e integrador".
En un artículo de opinión titulado "Así no es posible", publicado hoy por el diario El Mundo, Elorriaga dice que siente tener que hacer esa consideración sobre el liderazgo de Rajoy y pone de manifiesto que el PP que surja del próximo Congreso Nacional debe ser "la alternativa potente que todo sistema democrático maduro ha de ser capaz de generar".
Según el portavoz de Comunicación del PP, la generación que surgió y creció a la sombra del mandato de Aznar "está más que nunca preparada para asumir el relevo, tiene experiencia, talento y determinación".
"El presidencialismo es lo contrario del liderazgo, como la imposición es lo contrario de la seducción", subraya Gabriel Elorriaga, para quien "no valen ya las estrategias reactivas; no valen soluciones incompletas o escasamente atractivas. No valen ahora los desafíos internos ni las actitudes excluyentes".
En su opinión, el PP tiene la obligación de salir del próximo Congreso "con la ambición de pelear y ganar cada uno de los próximos procesos electorales", y se muestra convencido de que "hay proyecto y equipos disponibles" y que, para ello, sólo hace falta un liderazgo "renovado, sólido e integrador".
Según el diputado popular, el debate en el próximo Congreso "no será ideológico, sino estratégico", y señala que, a diferencia de lo que ocurrió a partir de 1989, cuando -dice- Aznar "fue capaz de ofrecer un proyecto político atractivo e integrador", pocas han sido las incorporaciones, a excepción de Manuel Pizarro, "y demasiados los abandonos de nuestro proyecto".
"A diferencia de entonces, también han sido insuficientes los progresos electorales alcanzados y bastante significativos algunos retrocesos", según el responsable de Comunicación del PP, y subraya que ambas circunstancias deben formar parte de cualquier análisis.
En su opinión, "surge ahora un falso debate ideológico que tan sólo aporta exclusiones y renuncias; un discurso arrojadizo que más parece que pretende distanciar a algunos que invitar a nadie".
