El Teatro Lope de Vega se prepara para convertirse en escenario del estreno absoluto de la nueva obra de Els Joglars, La cena. Una sátira sobre el cambio climático, que pretende que el público se pregunte sobre la hipocresía y el alarmismo que rodean estos mensajes supuestamente ecologistas. Que tiemble Al Gore.
Impostura, mentira con apariencia de verdad. Boadella dice que no ha intentado más que hacer un retrato de la hipocresía con la que se trata el problema del cambio climático. Mensajes catastrofistas, alarmistas, que sumen al gran público informado en el paradigma del miedo. "¿Y miedo a qué?", se pregunta Boadella. "¿A qué nos carguemos el mundo? ¿Pero de verdad alguien hace algo para evitarlo?".
Boadella tilda de "supuesto" el cambio climático y se despacha a gusto. "Hay muchos intereses económicos y políticos en el problema del clima. Por ejemplo, un personaje como Al Gore, que su país ni siquiera firmó el protocolo de Kioto cuando él era vicepresidente, y se dedica a hacer una cruzada contra el gran mal por el mundo, con show incluido. Me parece que tiene un morro impresionante".
Els Joglars ha elegido Sevilla para el estreno absoluto de su nuevo espectáculo, que ni siquiera pisará Cataluña. Según su director, en Cataluña "no nos hacen pedidos. No le interesamos y Sevilla siempre nos ha acogido muy bien. El público tiene rapidez a la hora de captar nuestros mensajes, tiene chispa".
La obra, con dirección, dramaturgia y escenografía de Albert Boadella, permanecerá en cartel hasta el próximo día 18.
En cuanto a la obra, detalló que persigue hacer una crítica a la sociedad actual y "a su vocación puritana en la que todos expresan su enorme bondad y solidaridad con el Tercer Mundo o el cambio climático, cuando la realidad es muy distinta". El ecologismo se ha convertido en una religión con un enorme plantel de seguidores "casi fundamentalistas".
En definitiva, Els Joglars pretende hacer tambalear los cimientos de las verdades absolutas y "que no nos vendan la moto" siguiendo su filosofía de la libertad individual por encima de todo, pues Boadella, cuando algo se prohibe, lo permite, como dejar fumar a sus actores en sus ensayos. Confían en que la "ola de puritanismo que asola el mundo" no pretenda legislar ahora el humor, ya que "la sátira es la única salida que queda como respuesta civilizada a la impostura".