Emana intenta chutar a pesar de Leandro Gioda.
Achille Emana fue uno de los protagonistas de la semana, por sus problemas con el tobillo y la posibilidad de que no jugase en Chapín, pero llegó a Jerez y cuajó su mejor actuación en muchos meses, con un gran gol, el 1-3, y una gran jugada, la del 1-2. El camerunés estaba muy contento cuando salía del estadio, pero no eufórico. "Euforia no sé si puede haber, pero es un paso adelante más y una victoria muy importante. Lo único que pido es que no se nos suba a la cabeza y que sigamos con humildad, como hasta ahora", pidió Emana. En los días previos al duelo regional de ayer también se especuló con la posibilidad de que el africano forzase su quinta tarjeta amarilla de la temporada para así ser sancionado y disponer de un par de semanas libres que le permitan recuperarse del todo de la molestia que padece en el tobillo, pero no ocurrió de esa manera. Excepto en una jugada en el minuto 33, cuando se tiró en el área al sentir el contacto con un defensa, Emana no hizo nada para buscarse la amonestación y por tanto jugará este sábado contra el Cartagena. "No voy a buscar ninguna tarjeta, yo tengo que seguir jugando. Estoy mejor, sólo me dolió al final pero quería jugar este partido", dijo el camerunés, que acabó reiterando que el Betis no debe creerse nada. "Hay que tener la cabeza muy fría porque nunca se sabe, el Rayo ayer iba 3-0 y acabó 3-3. No hay que pensar ya en el ascenso", afirmó.
