El Betis se reencontró el domingo con el triunfo y por momentos con el buen juego y todo eso lo hizo el equipo de Pepe Mel sin su futbolista franquicia, Achille Emana. El camerunés, que reapareció hace un par de jornadas después de superar su segunda lesión de tobillo de la temporada, no fue ni siquiera convocado para el partido contra el Albacete por unas molestias derivadas del grave esguince que sufrió en la Copa en Getafe. El inconveniente, sin embargo, va más allá de una simple lesión y hasta el entrenador lo dejó entrever ayer: "Él dice que sí está para el jueves, que ya es importante. Ahora falta que los demás, el entrenador y los médicos, también digamos que sí. Pero el chico quiere, que eso ya es importante", afirmó Pepe Mel.
El protagonista confirmó más tarde que en efecto desea jugar el jueves contra la Ponferradina. "Lo más seguro es que esté, yo como profesional lo quiero así, pero depende del míster. De momento, mañana -por hoy- vuelvo a entrenarme con el grupo", aseguró el atacante camerunés en TeleSevilla.
Entre una cosa y otra, sobre todo sus problemas con el tobillo, Emana sólo ha participado en tres encuentros de Liga en lo que va de año y en siete en los últimos tres meses y medio. A partir de su lesión en Balaídos, a principios de noviembre, en aquella clara ocasión de gol en la que no llegó al balón y a cambio se torció el tobillo, el africano no ha vuelto a ser el mismo, como ya pudo comprobarse en su fugaz reaparición ante el Elche y el Valladolid. Ahora confía en superar esos problemas y ayudar a sus compañeros... y a Mel. "Me habría dado muchísima pena que lo echasen, como cuando echaron a Paco Chaparro. Habría sido un error", apostilló Emana. "El entrenador no tiene nada que ver con tantas derrotas", añadió. En todo caso, se antoja complicado que el jueves sea titular en El Toralín.