Con la necesidad de dinero por bandera, el Betis sigue esperando una oferta ‘salvadora' por su principal activo en la actualidad, Achille Emana, que hace algunas semanas rechazó la posibilidad de fichar por el Dnipro de Juande Ramos y que se ha enrocado en una posición de fuerza respecto a la deuda que el club mantiene con él.
Emana sabe que el Betis necesita venderle y juega con los tiempos y los nervios que empiezan a instalarse en el club. De hecho, no ha tenido problemas en reconocer públicamente estos días que "nadie aceptaría una rebaja de sus emolumentos".
Eso sí, en el día a día el comportamiento del camerunés está siendo muy bueno e incluso Pepe Mel, mucho más templado en todo este asunto que aquellos que llevan los designios de la entidad en los despachos, sigue declarando públicamente que "estaría encantado si Emana siguiese en el Betis".
Sus representantes le aleccionan en este sentido. Cuanto menor sea el esfuerzo a realizar por el club de destino del camerunés, mayor puede ser la contraprestación económica que el futbolista y ellos mismo reciban por el traspaso. De hecho, el diario AS informa de una nueva oferta rechazada por el atacante bético, que habría dicho que no a 4,8 millones de euros netos por tres temporadas por un traspaso que habría dejado cuatro millones en las arcas del club.