El Betis volvió de Las Palmas con dos puntos menos en la clasificación y tres titulares menos en los planes de Pepe Mel para la próxima jornada. Los dos puntos que faltan son los que se dejó robar Goitia por Sergio Suárez en la penúltima jugada del partido. Los tres titulares son Iriney, Emana y Roversio. Del mediocampista brasileño no hay mucho que decir: vio la quinta amarilla en siete jornadas, será sancionado y punto. Los casos de Emana y Roversio son muy distintos porque incluyen el agravante de la reiteración. El camerunés fue expulsado por protestar una tarjeta que había visto otro compañero y suma ya más amonestaciones por protestas e irregularidades de lo más variopintas que por hacer faltas a los rivales. Y en cuanto al central, se perderá la próxima jornada y alguna que otra más por su segunda lesión desde que está en el Betis y la enésima desde que llegó a España, hasta el punto de que no empalma dos partidos completos consecutivos desde hace casi dos años.
Mel tendrá que hablar muy seriamente con Emana. Ya lo dijo tras el partido de Las Palmas y añadió que mejor se callaba en público para no formar un jaleo. El caso es que no se trata de la primera desaplicación del camerunés. Todos los futbolistas se equivocan, cierto, pero Emana es el jugador franquicia del equipo, lleva el brazalete de capitán y no debe permitirse tropezar tantas veces con la misma piedra. En sus dos temporadas y siete jornadas como verdiblanco, el africano ha visto veinte amarillas y más de la mitad, once, no han sido por hacer falta sino por tonterías tales como "desobedecer instrucciones" del árbitro (así le enseñaron dos el año pasado, ante el Nástic y el Rayo), "adelantarse a la barrera" (contra la Real Sociedad) o "sacar una falta sin autorización" del colegiado (ya lleva dos de este tipo). Por protestar suma cinco amarillas, incluida la que le costó la expulsión en Las Palmas.
Las expulsiones de Emana, tres, también se salen de los cánones clásicos del fútbol. La primera fue contra el Málaga en la temporada 08-09 por doble amarilla; la primera de las amonestaciones fue por "efectuar el lanzamiento de una falta sin mi autorización, cuando previamente me había solicitado colocar la distancia reglamentaria", según explicó Turienzo Álvarez en el acta. Para colmo de males, el equipo ya jugaba con uno menos porque Melli había sido expulsado en el 23'. El Betis, con nueve, perdió por un gol de Eliseu en el descuento. La segunda expulsión fue la pasada campaña en casa ante el Hércules, en esa ocasión con roja directa por llamar "loco" al árbitro, Hevia Obras... ¡cuando el partido ya había terminado! Y la tercera y última es la de anteayer.
ROVERSIO Y SUS LESIONES. Con Roversio no hablará el míster, pero sí los médicos. Los contratiempos físicos son una pesadilla para el jugador de Igarassú: en dos años en Osasuna apenas disputó doce encuentros de Liga y la última vez que jugó dos choques completos consecutivos fue entre las jornadas 9ª y 10ª de la campaña 08-09. Luego se rompió la rodilla en la Copa y estuvo ocho meses de baja; ahora sufre una rotura fibrilar. El caso es que hace ya casi dos años que no disfruta de la mínima continuidad posible y en el Betis sólo ha jugado un partido completo, ante la Ponferradina.
La sanción que va a caerle a Emana y la convalecencia que aguarda a Roversio (dos semanas como mínimo) no son los únicos problemas que debe encarar Pepe Mel. El entrenador del Betis también pierde ante el Girona a Iriney, que será castigado por el Comité de Competición por acumulación de amonestaciones, y todavía arrastra la ausencia de Salva Sevilla, que se rompió un hueso de la mano de forma muy desafortunada antes del viaje a Las Palmas y tiene para un par de semanas de baja. Así que, entre una cosa y otra, Mel se queda sin cuatro de sus titulares indiscutibles y posiblemente sin otro que venía siéndolo, Belenguer, ausente por una contractura en los isquiotibiales.
MEL TENDRÁ QUE REINVENTAR SU ONCE. En esta coyuntura tan problemática, el técnico tendrá que revolucionar su alineación porque está obligado. Igual hasta varía el sistema. En defensa, lo normal es que Miki Roqué conserve el puesto después de sustituir a un buen nivel a Roversio. En el centro del campo, sin su pareja de pivotes titulares (Iriney y Salva), Beñat conservará el puesto y Juande o Cañas lo acompañarán, a no ser que Arzu recobre el tono físico de repente y pase de no estar convocado a integrar el once. Y en ataque, visto lo visto, no es descartable que al fin dé la titularidad a Ezequiel o Israel.
