Antonio Tapia y dieciocho futbolistas recorrerán hoy 500 kilómetros en autobús para enfrentarse mañana al Albacete. Uno de esos jugadores es Achille Emana, que ayer pidió perdón al beticismo al mismo tiempo que su técnico reconocía que había visto “fenomenal” al camerunés tras su controvertido regreso. Uno más para la causa.
A la hora del almuerzo, minuto arriba minuto abajo, está previsto que llegue la expedición del Betis a Albacete tras cruzar Andalucía y buena parte de La Mancha en autobús. Al lado del conductor se habrá sentado el entrenador, Antonio Tapia, y unos asientos más atrás, el nuevo Emana. El nuevo porque el camerunés, una semana después de su regreso a Sevilla y dos semanas después de anunciar que no volvería, ha recapacitado y se ha dado cuenta de que no tiene más remedio que contribuir a que el Betis ascienda: en primer lugar, porque esa es su obligación por contrato; y en segundo, porque de lo contrario corre el peligro de que su selección no lo llame para ir al Mundial. El resultado es que Emana se ha entrenado todos estos días como uno más y su actitud es ensalzada por un hombre poco dado a personalizar los elogios: el técnico.
“Emana está fenomenal. Sabe que va a tener su protagonismo y quiere hablar en el terreno de juego. Así me lo ha expresado. Quiere revertir los pitos y cambiar la opinión del entorno”, dijo ayer Tapia, que espera mucho de esta nueva etapa del africano, aunque ni mucho menos le garantiza un sitio en el once titular. “Tiene que esperar su momento y su oportunidad. Tiene muy buenos recursos y estoy convencido de que nos va a ayudar y nosotros lo vamos a ayudar a él. Tiene gol, desborde y en el último tercio del campo puede ser muy eficaz. Utilizarlo en el pivote es otra posibilidad”, alegó.
SIN SITIO POR AHORA. La idea del míster, de hecho, es mantener el grupo que viene jugando hasta que los resultados u otras circunstancias le fuercen a modificarlo. “Es muy posible que sigamos manteniendo el bloque de los últimos partidos”, admitió ayer. Ante semejante planteamiento, hasta el otrora impulsivo Emana cede: “Sé que somos una plantilla grande, así que hay que competir. Todos debemos trabajar juntos por un objetivo. Yo voy a seguir trabajando por mí, por el club y por mi futuro, porque si no trabajo bien, no iré con mi selección ni jugaré con mi equipo”, indicó ayer el jugador. Humilde en las palabras y en los hechos, como se ha visto toda esta semana en la ciudad deportiva, Emana aprovechó para disculparse ante el beticismo: “Tengo que pedir perdón a todos los aficionados. Ha pasado lo que ha pasado y ya debemos olvidar todo. Lo más importante ahora no es Emana, es hacer todo para que el Betis suba. Con la ayuda de la afición y los compañeros, este año se verá al Emana del año pasado y un poco más”.
Por cierto, Emana viene de jugar casi como delantero y marcar un gol con su selección, pero él sigue defendiendo que su puesto es el de mediocampista: “Me siento muy a gusto cuando juego en el medio y llego desde atrás, ahí tengo más peligro”.
