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Emasesa prevé subidas de tarifas y multas si hay una etapa de sequía

Aunque las lluvias de los últimos meses han disipado prácticamente la amenaza de sequía -las reservas de Emasesa estaban por encima del 95% al inicio del verano-, la empresa metropolitana ha aprobado hace sólo unas semanas su plan de actuación contra la sequía.

el 31 jul 2010 / 18:47 h.

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Aunque hay agua para cinco años, Emasesa ha puesto las bases por si hay sequía.

El documento que se tiene que renovar periódicamente incluye por primera vez las reservas del pantano de Melonares y traza una estrategia de actuación en caso de que una reducción de las lluvias merme las reservas. Si esto ocurre, hay toda una línea de trabajo informativa, interna, de mejora de todas las conducciones y económica. Con el objetivo de reducir el consumo se revisará el sistema tarifario para gravar a los usuarios que usen agua en exceso y se establecerán penalizaciones.

El nuevo plan de sequía está ya en manos de la Agencia Andaluza del Agua que tiene que aprobar sus planteamientos especialmente en lo referente al pantano de Melonares. Si se mantuviera el ritmo presupuestario trazado antes del recorte en la inversión pública de las administraciones, las infraestructuras para que se puedan emplear estos recursos en el sistema de abastecimiento de Sevilla no estarán hasta dentro de varios años. Pero Emasesa ya lo ha incluido dentro de sus reservas: el motivo es el diseño de un trazado de emergencia que se podría ejecutar en caso de una reducción de las reservas y que se activaría de forma provisional hasta la construcción de la infraestructura definitiva. "Lo hemos introducido ya y si se tiene que declarar un estado de pre-sequía se actuará para realizar una obra menor a través del Carambolo", explica el vicepresidente de Emasesa, Manuel Marchena. Ya hay incluso un precedente: antes del temporal de invierno se planteó pedir agua al pantano de Melonares.

Pero este escenario está aún lejos. En estos momentos hay agua para entre cuatro y cinco años, un margen muy superior al que obliga a iniciar el dispositivo de alerta por sequía, que se activa cuando las reservas se sitúan por debajo de los tres años. Si esto ocurriera se crearía el comité de sequía y se iniciarían las campañas de ahorro tanto en los edificios públicos como en los hogares con el objetivo de lograr una reducción del consumo del 1,5%.

La siguiente fase es el estado de alerta, cuando las reservas de agua garantizan un consumo inferior a los dos años. "Es el momento más complicado, pues las reservas acumuladas dificultan la credibilidad social para percibir una situación de preocupación. Es el momento de iniciar actuaciones que si no se realizan en ese momento tendrán efectos tardíos ineficaces", resume el documento aprobado en el consejo de administración que recoge que se tiene que lograr ante esta situación otra reducción del consumo del 5% antes del tercer mes. Para ello, "se revisará el sistema tarifario, para dotarlo de mayor progresividad mediante la penalización de los consumos excesivos y para un efecto disuasorio". Será el momento también de establecer un régimen sancionador para aquellos ciudadanos que sobrepasen sus medias previas de consumo de agua.

La tercera fase, el estado de emergencia, es una situación "límite". Sería el momento de las restricciones, de multas por un uso excesivo de agua y de lograr una reducción acelerada del consumo en los hogares.

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