La organización pagaba a los correos, casi siempre de nacionalidad española, cantidades que oscilaban entre los 1.500 y los 3.000 euros en función del tipo de droga y de su valor en el mercado. Para el traslado de la mercancía utilizaban maletas con doble fondo o la llevaban como "comida", ingerida y transportada, en el estómago, con el grave riesgo que esto supone para el portador. Otro de los métodos utilizados para el transporte de la cocaína consistía en adosar las sustancias al cuerpo de cada uno de los traficantes, aprovechando embarazos o, incluso, simulando este estado.
La banda explotaba diferentes rutas en todo el continente europeo y analizaba minuciosamente las formas de traficar con los distintos estupefacientes para, así, dificultar la acción policial y judicial. La vía aérea, desde Sudamérica hasta España, era la más empleada por la organización. En otras ocasiones, la droga se recibía en el continente africano y desde allí se trasladaba a España por vía terrestre o marítima. Holanda, Suiza u otros países europeos, donde la banda contaba con una amplia infraestructura, también eran destinos elegidos frecuentemente por la red para comercializar con los estupefacientes.
Las primeras actuaciones contra este clan se realizaron en la localidad cordobesa de Lucena, donde habían captado a varias personas que se dedicaban a realizar este tipo de actividades. Los investigadores señalaron como principales cabecillas a dos nigerianos, que disponían de los contactos necesarios para comprar la droga, así como de los medios económicos y la infraestructura adecuada para su posterior distribución.
Durante las investigaciones, uno de los correos, de nacionalidad nigeriana, falleció después de que se rompieran varios envoltorios con drogas que llevaba en el interior de su estómago y que habían sido mal preparados por la organización.
Según informó el Ministerio del Interior en un comunicado , los arrestados se caracterizaban por su falta de escrúpulos a la hora de captar a los correos y de atenderlos, pues les obligaban a ingerir litros de café con sal para expulsar la droga.
