Lo que celebra el PA el sábado no es un congreso al uso. Hay dos candidaturas (Pilar González y Francisco Jiménez), pero no documentos sobre dos modelos de partido ni dos proyectos de futuro. Comisiones elegidas por la dirección han elaborado tres ponencias que delatan que la situación es de emergencia.
Hay una prioridad plasmada en uno de los tres textos que votarán el sábado los 617 delegados del PA: buscar recursos económicos. Con una deuda de 11 millones reconocida en el último informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas, el PA debatirá en su congreso sobre su ruina. El documento coordinado por el secretario de Finanzas del PA, Antonio Jiménez, -que no aporta datos concretos de la situación financiera del partido- describe un panorama oscuro y, por unanimidad, urge a "implantar la obligatoriedad de la contribución al partido del 5% mínimo de las nóminas" de los cargos públicos -los estatutos recogen tal opción, pero no se lleva a la práctica en muchos casos- y apuesta por implantar una caja única en el partido.
De hecho, el texto constata que hay agrupaciones y grupos institucionales que cuentan "con recursos y personal superiores a los que ha tenido la Ejecutiva nacional". Como resultado, añade, "agrupaciones locales o provinciales han sido más fuertes que la propia dirección". El texto coordinado por el responsable de Finanzas llega a decir que están "en la mente de todos" los nombres de esas agrupaciones poco colaboradoras con la dirección.
Teniendo en cuenta que el del sábado es un cónclave a vida o muerte después de la derrota sin paliativos del 9-M, llama la atención el diagnóstico que se hace en el documento que se titula Causas de los resultados electorales y alternativas de futuro. En el segundo párrafo, el texto admite que quiere "evitar el riesgo de centrar el análisis de la crisis del andalucismo exclusivamente en las causas organizativas internas [...] o en los errores de la acción política de la dirección actual". Alejando el foco de la Ejecutiva -de la que es número dos la coordinadora del documento, Antonia Agudo- la ponencia apunta como causas de sus males al "régimen clientelar" de Andalucía, el "robo" de la marca andalucista o el "desgaste en las crisis cainitas". Como mucho admite que la Coalición Andalucista llegó tarde y que hubo "debilidad" en la comunicación.
El no al Estatuto. Ésa es la razón por la que, según el tercer documento -dirigido por el gaditano Manuel Prado- no caló el no al Estatuto de Autonomía que promovió el PA. Admite el texto que se ha "sembrado el desconcierto". "De estar con el PSOE se pasa a jurar nunca pactar con ello, de ser moderados a ser lo únicos en estar en contra de la reforma del Estatuto", refiere el texto, que añade que, aunque estas cuestiones puedan considerarse "correctas políticamente para los andalucistas" no se han trasladado con nitidez a la sociedad y la militancia.
