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Emery en la picota y el 58 en la memoria

LA CONTRACRÓNICA. El senado sevillista acusa al técnico con su dedo. El Sevilla no firmaba un peor arranque de Liga desde 1958, cuando se inauguró el Sánchez Pizjuán, de cuyo estreno oficial se cumplieron el sábado 55 años.

el 23 sep 2013 / 00:26 h.

unaiemeryEl senado sevillista ya apunta a Emery con su dedo. Y lo cierto es que el técnico guipuzcoano dio ayer motivos a sus detractores para que sea así. Cierto que el arranque liguero venía empinado, pero no es menos cierto que ver al Sevilla colista después de trece años, disputadas ya cinco jornadas, no es de recibo para un plantel confeccionado para aspirar a la Champions League, aunque sea con la boca chica. La victoria veraniega en el bolo de Manchester disparó las expectativas en torno a una plantilla de la que se han ido Negredo, Jesús Navas, Medel, Kondogbia, Spahic, el mismo Palop y otro buen puñado de jugadores que han dejado un saco de millones y muchas incógnitas por resolver. Suplirlos no iba a ser tarea fácil, pero era opinión mayoritaria que se había conseguido, así que algo está fallando de manera estrepitosa y los tiros apuntan al entrenador. El Sevilla, sí, ha confeccionado una plantilla más profunda, pero de momento Emery no ha logrado armar mejor equipo que aquel del que habitualmente tiraban del carro –aunque acabara noveno las dos últimas temporadas– Navas o Negredo, que este domingo se lucieron en el derbi de Manchester noqueando al United. Ayer, justo después de empatar 1-1, Unai quitó del campo a Gameiro para dar entrada a Cristóforo, un cambio de claro talante defensivo que nadie acertó a entender. Al poco marcó el Valencia (2-1) y Emery dio marcha atrás: Bacca por Mbia, pero el desconcierto ya se había apoderado del equipo y en vez del empate lo que llegó fue el 3-1 final. Una derrota que deja a Emery muy tocado y al Sevilla en clara depresión. Los partidos de Liga, aunque para muchos el nivel haya descendido hasta las cloacas, siguen teniendo mayor dificultad que la mayoría de Europa League, donde este mismo equipo se pasea. En el torneo doméstico sufre de lo lindo, tanto que no firmaba un arranque peor desde el comienzo de la temporada 1958/59, cuando se inauguró el Ramón Sánchez-Pizjuán, de cuyo estreno ‘oficial’ se cumplieron el pasado sábado 55 años. Desde entonces no sumaba el Sevilla tan pocos puntos –ni encajaba tantos goles– en las cinco primeras jornadas. La sangría se paró aquel año ganando en la sexta. La visita del Rayo este miércoles adquiere tintes dramáticos e insospechados.

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