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Emery pierde una gran batalla y Calderón gana un equipo

LA CONTRACRÓNICA: Los refuerzos invernales hacen bueno el trabajo del Betis ante un Sevilla que pudo golear y al final sufrió una derrota que lo deja al borde del KO.

el 14 mar 2014 / 00:08 h.

Derbi de la Liga Europa SevillaFC - Betis. / EFE Derbi de la Liga Europa SevillaFC - Betis. / EFE El primer derbi sevillano en competición europea ha provocado un auténtico movimiento sísmico. En Nervión nadie esperaba perder jugando como local y, además, quedar al borde de la eliminación; en Heliópolis, por su parte, nadie imaginaba que el Betis 2013/14 sería capaz de ganar 0-2 y poner pie y medio en cuartos de final a costa del eterno rival. El Sevilla perdonó lo imperdonable –hasta nueve ocasiones clarísimas de gol– y lo pagó carísimo; el Betis, en cambio, tuvo cuatro y marcó dos tantos. Así es el fútbol: imprevisible... y para listos. En los cuatro últimos derbis –tres de ellos disputados en el Sánchez-Pizjuán–, el Sevilla ganaba antes de cumplirse el minuto 7 (una vez incluso 2-0). Sin embargo, este jueves un portero, Antonio Adán, decidió que era momento de cambiar la historia reciente de los derbis. El dorsal 99, número en su día llevaron jugadores distintos como Ronaldo Nazario y o Cassano, evitó una y otra vez que le batiesen. También fue clave la aportación de N’Diaye, que se comió a más de uno y seguramente ahora estará riéndose de quienes en su día le llamaron gordito. Que es corpulento es evidente; como también su exhibición de potencial físico. Adán y N’Diaye fueron determinantes, al igual que Baptistao. Su trabajo, su gol y el de Salva Sevilla pusieron el broche al partido de un Betis al que Calderón ha cambiado la cara por completo. Este triunfo –sin olvidar que si el Sevilla hubiese tenido un poquito de acierto las cosas podrían haber sido muy diferentes– tuvo muchos culpables. Ahora, el Betis cuenta con un equipo. Se salvará o no del descenso, pero Calderón tiene un equipo. Paralelamente, Emery ha perdido una gran batalla. El Sevilla pudo sentenciar la eliminatoria al descanso... y en la segunda parte desapareció. Modificar el sistema tras el descanso y los cambios acabaron desdibujando al equipo. Un giro de tuerca más al crédito del técnico. Y todo ello en un derbi precedido en Nervión por el desacuerdo público entre presidente y capitán, por la lesión casi a última hora de un jugador importante como Carriço, por la bofetá sin mano de Emery a Javi Varas... Hasta el tifo de los biris  tuvo un mal día. El partido de vuelta será digno de ver.

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