-Usted defiende que no hubo invasión árabe de España, que la religión que vino no era el Islam de hoy, que el Corán no estaba codificado en 711... ¿voy bien?
-La historia de las religiones siempre plantea que las cosas nacen de pronto: en el año uno el cristianismo, en el 622 el Islam, en el menos tres mil y pico el judaísmo... Es un absurdo, todo se codifica a posteriori. El cristianismo nace en el Concilio de Nicea, el Islam con la fundación de Bagdad, y en torno al año 800 se dice: vamos a recopilar el Corán, vamos a hacer una gramática del árabe, de modo que, ¿cómo vamos a estar hablando árabe en el Norte de África y la Península Ibérica, cuando todavía no se está hablando árabe en el reino árabe por excelencia? La lengua árabe no es la que acompañó a lo que quiera que ocurrió aquí. Y aún no existía un Corán. Lo que había en todo el Mediterráneo eran mil movimientos distintos heréticos, y uno acaba consolidándose como religión. ¿Por qué llama tanto la atención en Europa? Porque España no se suma al carro de la revolución carolingia. Carlomagno decide que va a suplantar al emperador de Oriente, y crea un imperio que al primero que sorprende es al emperador que está en Constantinopla: el corte fundacional de al-Andalus no es una invasión.
-¿Es leyenda la figura de Mahoma y el origen del Islam?
-La verdad histórica la marca el dogma. Seguimos haciendo biografías de Jesús de Nazaret, cuando las fuentes históricas nos dan dos líneas. Pero tomamos leyendas que van dando vueltas por Oriente Medio desde siempre, historias de Apolonio de Triana, de Hermes, de Asklepios? Pues Mahoma igual. Cuando uno lee la vida de los monjes sirios en los siglos IV o V, ve que lo que nos cuentan de Mahoma es el prototipo de un anacoreta del desierto. ¿Moisés, Jesús, Mahoma existieron? Probablemente. Pero su biografía es una suma de todo lo que queremos esperar de ellos.
-¿Cómo era la religión que se asentaba en al-Andalus antes de asimilarse al Islam moderno?
-Hay un momento en que no se permite más que una forma de religión. En el 825 se produce en Córdoba la revolución de lo que llaman los mozárabes: un barrio entero que decide no sumarse a una normativa pública de corte completamente islámico: a partir de hoy no se puede ir a determinada iglesia, no se puede llevar esta ropa? El beato de Liébana llama al arzobispo de Toledo en esos años "testículo del Anticristo", porque está diciendo que a lo mejor Jesús no es hijo de Dios. Lo curioso es que este barrio cordobés que se rebela es arrasado entero, y los supervivientes cruzan el charco y fundan la ciudad de Fez. Por eso le dicen "Fez la Andaluza". Vete allí ahora a decirles que la fundaron los cristianos herejes.
-Europa rechaza al-Andalus como fenómeno de "los otros", y musulmanes de todo el mundo lo reivindican como "propio". ¿Cómo superar el malentendido?
-Pues asumiendo que al-Andalus forma parte de las fuentes culturales de Europa, porque no hay Renacimiento europeo sin la ciencia andalusí, por ejemplo, y asumiendo el mundo árabe que las religiones no son los sujetos de la Historia. En Pakistán me dijeron: "Hombre, vienes de al-Andalus, qué grandes cosas hicimos allí". Y yo pregunté, "¿quiénes, los pakistaníes?". Adaptando a Américo Castro, si tú no habitas tu historia, ya lo hará algún okupa. Nosotros no hacemos una historia habitable, la hacemos mirando al presente. Y como no nos gusta el Islam del presente, decimos que no ha podido haber Islam en nuestra Historia.
-¿Quién gana con los atentados reivindicados bajo una bandera islámica?
-El enconamiento. Cada vez que hay un atentado, se llama a eso de "prietas las filas". Aquí se ha producido no tanto un auge de religiones como la sustitución del malo. Como el malo, hasta hace 30 años, era el ruso comunista, había que buscar un malo colectivo, y el Islam resulta oportunísimo para todo esto. Al Qaeda es una marca registrada. ¿Sabes donde no funciona? En Inglaterra. Dirán que ha habido un atentado del integrismo islámico, pero jamás de Al Qaeda. Allí, los nombres son los de los terroristas, no los de las corporaciones que no existen.
