Guerra interna. Pese a las limitadas competencias municipales, la creación de una macroárea de Economía y Empleo fue uno de los empeños de IU en el pacto de gobierno. Pero ante la peor crisis de la ciudad y con miles de parados lleva meses buscando su rumbo. Su anterior delegado se fue denunciando que no se le había dejado trabajar y sus sucesores llegan censurando la inactividad de las delegación en los últimos años. Lo cierto, en cualquier caso, es que las guerras internas han desestabilizado por completo a esta delegación y a Sevilla Global, muchos proyectos se han retomado de cero, ha habido despidos y tensiones internas, y el futuro de una treintena de trabajadores que fueron hechos indefinidos aún está en el aire. Un sector denuncia que el ambiente es insostenible, otros alegan que la situación ha mejorado. Pero se han perdido meses y hay proyectos que siguen atascados e iniciativas que debían haber surgido ya y no lo han hecho.
Nueva estrategia. Cuando se produjo la dimisión de Jon Ander Sánchez, el alcalde rápidamente instó a cubrir la baja para no dejar desatendida un área tan importante. Y en IU se organizaron: le habían perdido el control a esta delegación y sus políticas no convencían en el seno del PCA. De ahí que su coordinador local, Carlos Vázquez, asumiese las riendas en un año clave por la situación económica y por la proximidad de las elecciones. Conforme IU penetra más en la Delegación menos le gusta la actuación de Sánchez. La federación quiere dar un vuelco al área, y hay líneas estratégicas que están marcadas en el propio programa electoral. Empleo apostará más a partir de ahora por la economía social y las pequeñas y medianas empresas, ya ha recuperado las ayudas del PER que llevaban dos ejercicios sin aplicarse en la ciudad y prepara proyectos enmarcados en uno de los extremos del programa: el sofware libre. El paro es un fenómeno masivo e IU quiere que las ayudas lleguen a más gente. Los talleres prelaborales tienen efectividad y seguirán, pero se quieren completar con la Formación Profesional, que también se apunta en el programa. IU ve que sus políticas están lejos de sus bases y no reflejan el mensaje que IU quiere trasladar. La federación está en la calle protestando contra la crisis y la gestión de las instituciones de forma cada vez más vehemente, y en sus manos tiene un área que aunque tiene competencias limitadas en materia de empleo cuenta con capacidad de acción.
Denuncias. Los despedidos preparan su denuncia penal y la dirección de la empresa estudia ya vías para pedir responsabilidades jurídicas al ex gerente de Sevilla Global basándose en un informe jurídico contundente, aunque matizable: lo firma una persona que entró en septiembre como cargo de confianza de Antonio Rodrigo Torrijos. Si los dos procesos continúan se incorporarán al largo listado ya existente en el Prado, que tiene en Mercasevilla su principal estrella. La imputación de Gonzalo Crespo ha dejado descolocado a un sector del PSOE. Aunque todos evitan un apoyo expreso al ex edil, el partido no ve hasta ahora motivos para abrir expediente al ex edil, sobre todo ante el precedente de Antonio Rivas. La amenaza de la imputación vuelve a sobrevolar a Torrijos.
Centro. Crespo milita en la Agrupación Centro, dominada por el sector afín a la ejecutiva personificado en Bernardo Bueno tras el acuerdo con el entorno de Blas Ballesteros. De momento, no hay postura oficial sobre el futuro del ex concejal. La imputación se conoció después de la última asamblea en la que se abordaron los planes de trabajo de futuro con un respaldo de las bases casi unánime y con mensajes de respaldo a la gestión de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento. El acuerdo con el Provincial ha permitido impulsar nuevos proyectos: la agrupación tendrá nueva sede en la Plaza de los Terceros con la mirada puesta en las elecciones.
Macarena. A la Agrupación Macarena, otra de las más numerosas de la ciudad, pertenecían los dos directivos de Mercasevilla cuya grabación originó la investigación judicial. Tras conocerse el caso, Fernando Mellet y Daniel Ponce fueron expulsados. La medida forma parte de los intentos de la nueva dirección, pilotada por Manuel Llorente, por mejorar la imagen de la agrupación y dotarla de vida y llegar a los vecinos. Se han cerrado ya algunas heridas: los militantes expedientados cuando se disolvió la agrupación siguen en el partido -a excepción de Domingo Enrique Castaño- y el propio José Antonio Viera acudió a la agrupación hace unas semanas. Pero otras otras aún no se han cerrado. Un sector de conocidos militantes sigue al margen.
