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Empujando más que jugando no se llega a Europa

LA CONTRACRÓNICA. El buen fútbol que ofreció el Sevilla recientemente parece que ha pasado a la historia.

el 17 feb 2014 / 00:40 h.

SevillaFC - Valencia CF. / Kiko Hurtado SevillaFC - Valencia CF. / Kiko Hurtado El Sevilla ya está sumergido de lleno en una dinámica más que preocupante. Seis partidos sin conocer la victoria han dilapido la buena racha que tuvo de ocho encuentros sin perder. Los de Emery siguen colocados en la séptima plaza a cinco puntos de la Real Sociedad, que juega este lunes y podría ponerse a ocho puntos diciendo a los demás:«Ahí os quedáis». El Sevilla ocupa una séptima plaza que dará derecho a jugar la Europa League a final de temporada. Hasta ahí todo parece correcto. Pero tras el club de Nervión se encuentran tres equipos con los mismos puntos que los sevillistas (32) y dos de ellos –Valencia y Espanyol– ganar el golaverage a los sevillistas. Así que mejor ponerse las pilas cuanto antes porque cualquier empate a final de temporada será siempre perjudicial para el Sevilla. Y aunque los jugadores de Unai Emery merecieron ganar el partido de ayer, por empuje más que por ofrecer un juego brillante, la baja forma de algunos futbolistas y la falta de puntería ante el gol están lastrando demasiado al equipo y los nervios ya asoman demasiado por las gradas del Sánchez-Pizjuán. El problema radica en esto último que hemos comentado. En que el Sevilla empuja más que juega y así es muy difícil sumar de tres en tres, ni ante los de abajo ni ante los de arriba. De la noche a la mañana a los jugadores y al entrenador parece que se han borrado las ideas y que el excelente fútbol que se ha llegado a regalar esta temporada ha pasado a la historia. La primera parte que ofreció el Sevilla fue para que los aficionados se fueran directamente a sus casas preguntándose una y otra vez qué habían hecho para merecer tal sufrimiento. Y en la segunda, más de lo mismo. La expulsión de Costa permitió al Sevilla tener la posesión del balón pero la efectividad volvió a brillar por su ausencia. Bacca no enchufa las que antes marcaba, a Rakitic se le ha nublado la vista en el punto de penalti; Reyes ha vuelto a dejar claro que ya no se le puede esperar más y Gameiro también confirma que merece seguir en el banquillo. El domingo hay que jugar en Valllecas ante el Rayo. Un equipo más que candidato al descenso pero que podría resucitar ante el Sevilla. No sería el primero.

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