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"En Australia y Nueva Zelanda siempre era más fácil decir Triana que Sevilla"

Llevan más de 30 años paseando el nombre de Triana por todo el mundo. Sonido característico de la Madrugá del arrabal más señero, la banda de cornetas y tambores Santísimo Cristo de las Tres Caídas ha sido galardonada en la presente Velá con el título de Trianera de Honor.

el 06 jul 2014 / 12:00 h.

Julio Vera, director de la banda de las Tres Caídas de Triana, en la tienda de instrumentos musicales que tiene en la calle Pureza. / J.M. Paisano Julio Vera, director de la banda de las Tres Caídas de Triana, en la tienda de instrumentos musicales que tiene en la calle Pureza. / J.M. Paisano La Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de las Tres Caídas de Triana recoge el próximo día 21 el título de Trianera de Honor, concedido por la comisión organizadora de la Velá, ¿qué supone el reconocimiento para la formación? Es un orgullo y un honor que se hayan acordado de nosotros como embajadores de Triana. Parece que el dicho popular nunca se suele cumplir, pero en esta ocasión sí que podemos afirmar aquello de que nos consideran profetas en nuestra tierra: Triana. Después de 35 años de vida y de haber creado un estilo propio con un repertorio que cuenta con numerosos seguidores, ¿esperaban el galardón? Siempre hemos estado ahí en las quinielas. Hace ocho o nueve años llegó a rumorearse de manera más fuerte la posibilidad de recibir un premio en la Velá. Pero también hay que confesar que ya lo teníamos casi olvidado y asumido de que ya no nos lo iban a dar. La verdad es que cuando nos los notificaron desde la comisión de la Velá, desencadenó una alegría enorme en toda la banda, en especial en los muchachos que cada semana ensayan y se dejan la piel por hacer que Triana suene en todos los rincones del mundo. ¿Qué aporta la banda de las Tres Caídas a la cultura del viejo arrabal? Muchas cosas. Nuestro origen es Triana, y nos consideramos trianeros al cien por cien. La banda siempre está a disposición del barrio para todos los actos en los que se la requiera. Nos consideramos parte intrínseca del barrio. Somos tan de aquí como el monumento al flamenco de la plaza del Altozano. ¿Ha participado la banda alguna vez en la Velá? Sí, en nuestros inicios, hace 32 años aproximadamente. Recuerdo que pusimos música a un pasacalles con gigantes y cabezudos, que ya no hay. Es la única vez que hemos actuado. Lo rememoro con mucha ilusión y con la alegría propia de los comienzos. ¿Se volverá a repetir la experiencia en la presente Velá? Hay previsto en la programación un concierto en el Altozano. La verdad es que estamos muy ilusionados, en especial los más jóvenes. Para esta actuación hemos preparado un repertorio-homenaje al barrio de Triana y al arte de aquí. Serán compases trianeros. Queremos que sea un reconocimiento al barrio, a su gente y a sus instituciones. Sonarán, entre otras, la marcha Triana, inspirada en nuestra tierra, y piezas dedicadas a los 200 años de la hermandad del Rocío de Triana, la veterana de las filiales de la capital. No faltarán además otras composiciones con las que rendir tributo al legado del grupo Triana ya que el año pasado se cumplieron 30 años del fallecimiento de Jesús de la Rosa, voz principal y teclado del grupo. Así, finalmente, serán tres temas adaptados del Rocío y otros tres del grupo Triana, y un medley, que son tres obras engarzadas. ¿A qué suena la banda de cornetas y tambores de las Tres Caídas? Suena a Triana. Y el sonido de Triana es la expresión del sentimiento sin tener que emitir ninguna nota. Triana es distinta para todo. Ves a la banda y sin tocar, ni escuchar ni una nota, ya sabes que se trata de la banda de Triana. ¿Cómo es el trianero? ¿Cuál es su idiosincrasia? [Silencio]... a ver cómo te lo explico. Los trianeros somos muy nuestros. Un trianero es muy trianero. Estamos muy orgullosos de ser sevillanos, pero también de ser de Triana. Hasta los buenos días en el puente suenan de manera diferente que en la otra orilla. Es la actitud de la gente y la alegría con que se vive todo. Nos separa un río, pero es más la forma de expresarnos. El barrio es cuna de artistas, la Velá se acuerda siempre de ellos en sus premios... Triana siempre ha reconocido su arte. El de sus casas, el de sus calles y, sobre todo, el de su gente. La gran diferencia con otros lugares en los que se cultiva el arte es que Triana sabe reconocerlo en el presente. Es muy complicado reconocer el arte en el momento y no a toro pasado, con la distancia de los años o de los siglos. Mira, es muy sencillo darle ahora a Sergio Ramos un premio cuando se ha demostrado que es un gran futbolista y ha ganado títulos. Lo difícil era haberlo hecho hace unos años, en sus inicios, cuando comienza a despuntar. Ahí está la gran diferencia de los trianeros. ¿Se cuida suficientemente el arte en Triana? El arte trianero lo cuida en sí todo el barrio. Si bien para ayudar a impulsar este arte, las autoridades siempre se tienen que mojar un poco e involucrarse. En los tiempos actuales, con la crisis, resulta algo más complicado y no hay un mecenazgo de artistas. Pero gracias a Dios sí contamos con el reconocimiento de las instituciones, aunque también es cierto que si esto estuviera en Valencia, tendríamos desde hace tiempo lo que ahora acabamos de conseguir. Una banda de música es la expresión artística de muchos compañeros. Es justo el reconocimiento al trabajo que realizan. En todas estas décadas de conciertos y procesiones, ¿qué anécdotas le vienen a la memoria? Muchas, sobre todo de nuestras incursiones en el extranjero. En Sidney, por ejemplo, cuando estuvimos de gira hace un tiempo se nos presentaba como la banda de Triana. En una rueda de prensa, los periodistas no dejaban de preguntar por la procedencia, pues andaban como locos porque decían que no encontraban el nombre de Triana en el mapa de España. Se les explicó que estábamos al lado de Sevilla. Pero la verdad es que el nombre de Triana es bastante conocido en el extranjero. En Australia y Nueva Zelanda era más fácil decir Triana que Sevilla, pues en seguida lo identificaban como el sitio de donde venía la expresión del flamenco y la música que escuchaban. Como trianero que es, ¿cómo vive estos días de Velá? Entre la calle Pureza y la calle Betis, entre las casetas de las distintas entidades y los actos que se celebran, como los conciertos del Altozano, las tardes de cucaña y las noches de convivencia junto al río. Tanto la parroquia de Santa Ana como la Capilla de los Marineros [sede de la hermandad de la Esperanza de Triana] tienen estos días una luz diferente. Es un sentimiento que se palpa en todo el vecindario. ¿Qué le gusta más de la Velá? El día de Santa Ana, sin duda. Los gozos y las vísperas. Como trianero, me encanta pasarme por la parroquia ese día y compartir estos momentos de alegría con los vecinos y esta gran familia que es Triana.

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