Deportes

En busca del penúltimo paso

El Betis, que pocas veces se ha visto en otra igual, con cinco puntos de margen sobre la zona de descenso, visita hoy al Zaragoza, que tampoco se ha visto muchas veces en otra igual, con la misma puntuación que el antepenúltimo y abocado a pelear por la permanencia.

el 15 sep 2009 / 02:47 h.

El Betis, que pocas veces se ha visto en otra igual, con cinco puntos de margen sobre la zona de descenso, visita hoy al Zaragoza, que tampoco se ha visto muchas veces en otra igual, con la misma puntuación que el antepenúltimo y abocado a pelear por la permanencia. Final en La Romareda.

Zaragoza recibió al Betis con un sol digno de la primavera, pero en realidad hace aguas por todas partes. Hasta principios de semana estuvo pendiente de la crecida del Ebro, en verano albergará una Exposición Internacional centrada en el líquido elemento y desde hace un par de meses ve cómo su equipo más representativo, el de fútbol, naufraga de jornada en jornada y se hunde poco a poco en el abismo de la Liga.

Por eso es una final para el conjunto maño y por eso parece una buena oportunidad, de esas que suelen desperdiciar los verdiblancos, para que Paco Chaparro alcance la mitad del objetivo que se marcó tras batir con brillantez al Barcelona: apuntalar la permanencia con dos victorias.

Las bondades climatológicas, la necesidad del anfitrión y la política de precios para todos los públicos conseguirán que La Romareda se llene, un dato que refleja la trascendencia del encuentro para este Zaragoza cabizbajo y preocupado... con razón.

Su afición aún se acuerda de que su equipo ya pasó por el calvario de un descenso y un año en Segunda: hace un lustro a estas alturas perseguían el ascenso y ahora, después de una pésima segunda vuelta (11 puntos de 33 posibles), persiguen la salvación. Su caída al cuarto puesto por la cola ha acabado de rematar la psicosis colectiva mientras la plantilla, configurada para ingresar en la Champions, no ve la forma de abandonar tan penosa situación.

El Betis, en cambio, disfruta de su mejor momento de la campaña. Al margen de sus dimes y diretes con la Federación, el conjunto verdiblanco viene de sumar seis de seis, lo cual es oro puro cuando el combate es por la continuidad en la élite.

Y si la mitad de esos puntos se obtiene remontando un 0-2 adverso al todopoderoso Barça, el resultado es un estado anímico totalmente opuesto al de su contrincante. Paco Chaparro lo sabe, como también sabe que el trabajo aún no está culminado y que las circunstancias multiplicarán la motivación de su enemigo. De ahí su frase de ayer, alejada de cualquier euforia o conformismo: "Este partido es una semifinal".

En su intento por dar el penúltimo paso en pos de la salvación, el técnico trianero cuenta con la baja de Rivera, que se veía venir desde el miércoles, por lo que ha tenido tiempo para estudiar las alternativas.

Una, la menos probable a priori, es colocar a Juande al lado del recuperado Arzu, por lo que Capi y Sobis pugnarían por el puesto de mediapunta. La otra, acaso más factible aunque también más ofensiva, es retrasar al camero, en cuyo caso el brasileño tendría asegurada la titularidad. Hay otra ausencia, la del sancionado Damiá, pero se ve equilibrada con la recuperación de Fernando Vega, que precisamente acaba de cumplir su castigo.

De todas formas, la mayor novedad de la convocatoria -no cuentan como tales las bajas de Caffa, José Mari, Babic, Rivas...- es la reaparición de Nano. El manchego se lesionó el 16 de septiembre y seis meses y medio después no sólo regresa a una lista, sino que el entrenador incluso lo trató como presunto titular en alguna probatura semanal.

En el titubeante Zaragoza de Manolo Villanova, el cuarto entrenador en lo que va de Liga tras Víctor Fernández y los fugaces Ander Garitano y Jabo Irureta, los apuntes más significativos son la suplencia del ex bético Oliveira, el traslado de Zapater al lateral zurdo y el reingreso de Aimar en la citación tras varios meses convaleciente de una lesión.

  • 1