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En casa como en ningún sitio

El Betis-Athletic, otrora un clásico en la lucha por la Liga o la Copa, mantiene desde hace tres temporadas la condición de clásico, pero de la pelea por la permanencia. Por ese mismo objetivo se enfrentan también hoy, en su partido liguero número 90.

el 15 sep 2009 / 01:44 h.

El Betis-Athletic, otrora un clásico en la lucha por la Liga o la Copa, mantiene desde hace tres temporadas la condición de clásico, pero de la pelea por la permanencia. Por ese mismo objetivo se enfrentan también hoy, en su partido liguero número 90. Otro duelo directo, otra final, otro día de tensión máxima...

La cuenta atrás para el final de la Liga, las diez últimas jornadas, empezará la semana que viene. Para alcanzar ese enésimo punto crítico de la campaña con cierta tranquilidad, el Betis no tiene otra alternativa que vencer hoy al Athletic, uno de los tres clubes que jamás ha conocido la Segunda División y que va camino de conservar con esa seña de identidad de la mano de Joaquín Caparrós. Sólo hay un camino para los verdiblancos: reponerse del 3-0 de Santander y recuperar los valores que le llevaron a sumar tres jornadas sin perder antes de visitar El Sardinero.

Huelga decir que este clásico del balompié patrio es una nueva final para el Betis frente a otro rival directo, lo que por cierto incrementa el valor de un eventual triunfo: no sólo le permitiría adelantar al Athletic en la tabla, sino que le daría el goal average particular.

También sobra comentar que la jornada sólo admite el calificativo de peligrosa, como todas en realidad. Ya lo notó el Betis el pasado domingo cuando descendió cuatro puestos en la tabla. El peligro está en Huelva, donde el Recreativo, antepenúltimo, recibe al penúltimo, lo cual aumenta sus posibilidades de victoria y de llegar a los 32 puntos que suman los verdiblancos.

El Athletic tiene más peligro del que parece, sobre todo cuando sale de San Mamés. Los rojiblancos acumulan un número muy interesante de puntos como visitantes (14) y vienen de empatar en Almería y vencer al Atlético de Madrid, pero antes también se impusieron en Valladolid y Valencia.

Joaquín Caparrós ha conseguido que una escuadra dubitativa y vulnerable sea ahora un bloque equilibrado, como demuestran sus cifras: ocho victorias, nueve empates y diez derrotas, con un solo gol de diferencia entre los marcados (26) y los encajados (27).

Frente a esos números, el Betis puede presumir de su fiabilidad en Heliópolis, donde sigue acumulando la mayoría de sus 32 puntos, en concreto 21 (el 65%). El balance es incluso mejor con Paco Chaparro al frente: cuatro victorias, un empate y una sola derrota, el doloroso 0-1 frente al Deportivo; en total, 13 puntos de 18 disputados.

A falta de dudas en el rendimiento de unos como locales y otros como visitantes, la incertidumbre se traslada a ambas alineaciones, amenazadas de cambios múltiples por sanciones y/o lesiones. En el caso del Betis, como era de prever, Nano ni siquiera fue incluido en la convocatoria porque "todavía no está para entrar", según el propio entrenador, lo que reduce la pelea por el puesto del castigado Melli a dos aspirantes: si juega Lima, la opción natural por su condición de central pero la menos probable por el nivel que ha dado hasta ahora, Chaparro no tocará nada más en su alineación favorita; si el elegido es Arzu, como así parece ser, el técnico no tendrá más remedio que variar otra línea, la medular, a la que seguramente se incorporaría Juande. Lo demás, como le dijo Don Quijote a Sancho Panza, mejor no meneallo.

En el Athletic, Caparrós pierde a un elemento básico de su defensa, el central Amorebieta. También anda renqueante el mediocentro Orbaiz, por lo que puede volver Yeste tras su sanción. Igual que Etxeberria, resucitado para el fútbol de alta competición por el técnico utrerano.

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