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En caso de duda... no hay que tirar botellas

el 26 ene 2011 / 22:28 h.

Un recogepelotas recoge la botella con la que fue agredido Casillas. (Foto: Javier Cuesta)

El duelo copero entre Sevilla y Real Madrid tuvo de todo: tensión, espectáculo, ambiente caliente, jugadas polémicas, acciones brillantes y otras bochornosas, pues al final del partido Iker Casillas fue alcanzado por una botella lanzada desde la grada de Gol Norte. Antes, todo el protagonismo fue para ‘Fermín, el del banderín’. Y para Benzema.

El partido, que ya venía caliente por las caras pintadas y los cruces de declaraciones entre Nervión y la Castellana, estuvo marcado por la jugada del gol fantasma de Luis Fabiano al filo del descanso, una jugada que dará mucho que hablar por lo complicado de su apreciación. Ninguna de las tomas que ofreció Canal Plus muestra claramente que el balón entrara, aunque en una lo pueda parecer, por lo que personalmente pienso que ‘Fermín el del banderín’ acertó al no conceder el gol al brasileño, que dicho sea de paso inicia la jugada en posición dudosa.

Pero es que en caso de duda, tanto para señalar un fuera de juego como para señalar un penalti o conceder un gol, no hay que pitar nada, tal y como recomienda la FIFA a los árbitros, así que Undiano y su linier aciertan al dejar que Luis Fabiano controle y remate –aunque pudiera estar ligerísimamente adelantado– y vuelven a acertar al no conceder el gol, que seguirá despertando opiniones encontradas durante varias semanas, pues ni con veinte cámaras y tropecientas repeticiones es posible salir de dudas. Y el que diga que no las tiene, sencillamente, se engaña a sí mismo, pues no hay una toma definitiva que lo aclare.

Quien poco a poco despeja dudas es Benzema. El galo debió pensar aquello de Asterix –“están locos estos romanos”– al verse rodeado de miles de caras pintadas de blanco y rojo, los colores del Sevilla FC, como bien le recordó Somalo a Karanka en las vísperas, y le pegó un trago a su pócima secreta que parecía haber perdido desde que se vino de Lyon a Madrid. Menudo golazo se marcó el tío ahora que siente el aliento de Adebayor. A Mourinho los tambores de guerra le hicieron recapacitar: quitó a dos estilistas como Marcelo y Di Maria y metió a los guerreros Albiol y Lass Diarra, cuyo concurso a la postre resultó decisivo. El spot en portugués debió ponerle en alerta. Es lo que pasa con estas cosas. Y luego vienen los llantos porque un cafre, con la cara pintada o no, acierta y le da a Iker con una botella. Un lamentable final.

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