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En el tiempo de descuento

Como es habitual, los primeros días de julio, y con ellos, el inicio de las rebajas, llenaron de sevillanos las calles más comerciales. Eso sí, la mayoría apenas portaba bolsas. Y es que los vendedores coinciden en que sus almacenes nunca habían rebosado tanto a principios de agosto.

el 15 sep 2009 / 09:25 h.

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Como es habitual, los primeros días de julio, y con ellos, el inicio de las rebajas, llenaron de sevillanos las calles más comerciales. Eso sí, la mayoría apenas portaba bolsas. Y es que los vendedores coinciden en que sus almacenes nunca habían rebosado tanto a principios de agosto.

"Hacía muchísimos veranos que no vendíamos tan poco", confiesa el dependiente de una conocida boutique de trajes para caballeros. "No hemos liquidado ni la mitad de la mitad del género que saldamos el mes de julio pasado", sentencia angustiado. A pesar de la no por todos esperada agua de mayo, las ventas no habían disminuido significativamente en su negocio "hasta que se empezó a hablar de crisis en la televisión, naciendo así una especie de psicosis que nos está pasando factura", apostilla.

La desaceleración económica que azota al país se está dejando notar este verano hasta en el bolsillo de los consumidores más adeptos a los centros comerciales. El período de rebajas ya no consiste en la búsqueda de gangas innecesarias: los clientes recorren todos los establecimientos, comparan precios y sólo terminan comprando lo que les resulta realmente necesario.

"Sólo he gastado 60 euros este año, en dos bañadores para mis hijos, unas bermudas para mi marido y una falda para mí", cuenta Inmaculada mientras contempla un escaparate, "me encantaría lucir algún modelito nuevo este verano como éste, pero tal y como está la cosa, los antojos tendrán que esperar: ya vendrán tiempos mejores", reza señalando un vestido cuyo precio ha sido rebajado por tercera vez en un mes, señal inequívoca de la falta de adquisidores.

En el mes de agosto con el mayor porcentaje de sevillanos en la ciudad que se recuerda, otro síntoma más de la crisis, los productos estrella del período estival, tales como los bikinis, las sandalias o las gafas de sol, lucen perennes en sus respectivos estantes a pesar de marcar precios inimaginables hasta para los más optimistas. Una medida, la de abaratar los costes por encima de lo habitual en estas fechas, que no ha terminado de salvar aún la temporada primaveral.

Según José Aycart, presidente de la Asociación de Comerciantes del Centro Asunción - Los Remedios, "el arranque de las rebajas transcurrió con normalidad pero, a falta de un balance exhaustivo, todos coincidimos en que no ha sido el mejor julio precisamente". Por ello, y a falta del recuento de ventas de agosto, los comerciantes sevillanos centran ya sus esperanzas en el próximo otoño. Suerte.

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