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"En el Zodiaco todo el mundo echa una mano en lo que mejor sabe hacer"

Entrevista con José Antonio Rodríguez, presidente de la Asociación de Vecinos El Pueblo de la barriada del Zodiaco.

el 27 abr 2014 / 23:24 h.

El presidente de la asociación de vecinos El Pueblo, José Antonio Rodríguez, pide la recepción de la barriada El Zodiaco después de 40 años. / Carlos Hernández El presidente de la asociación de vecinos El Pueblo, José Antonio Rodríguez, pide la recepción de la barriada El Zodiaco después de 40 años. / Carlos Hernández

Cuenta que ha trabajado desde los 14 años y que su escuela «fue la calle». Empleado del Puerto de Sevilla y costalero a sueldo de la cuadrilla de Ariza El Viejo, José Antonio Rodríguez lleva toda una vida en la barriada El Zodiaco, en el Distrito San Pablo-Santa Justa, a donde llegó desde la calle Santiago, primero y de la barriada El Rocío, después, para formar un hogar. Corrían los años setenta y, por entonces, recuerda, las calles no tenían nombre y «estaba todo por hacer». Ahora siente esto como suyo. Hasta tal punto se ha implicado, que desde el año 2005 preside la asociación vecinal El Pueblo que funciona como «un mini-ayuntamiento».

Barriada El Zodiaco, ¿no tendrá nada que ver con la astronomía y los signos astrales? Ja, ja... pues no lo había pensado antes. La verdad es que no sé muy bien de dónde viene el nombre. Estos eran unos terrenos de huertas que ya se llamaban así cuando dieron los primeros pisos en el año 74. En total son 724 viviendas más locales comerciales. Pero no somos descendientes de astrónomos ni mucho menos, ja, ja... Este es un barrio obrero, eminentemente social, formado por familias que llegamos hace décadas y que fuimos pagando los pisos a razón de 2.500 euros al año en tres fases. En su mayoría éramos empleados de Construcciones Náuticas, de los talleres de Renfe –hoy ya estación de Santa Justa– o del Puerto de Sevilla. Sin ir más lejos, yo trabajé en el Puerto durante más de treinta años.

¿En qué ha cambiado el barrio en estas últimas décadas? Ha cambiado al 100%. En el sentido, por ejemplo, de que espacios amplios como la plazoleta [por el Parque Morón Ríos] muestran una imagen bien distinta, pues cuando llegamos, todos en primeras nupcias, como el que dice, fuimos los propios vecinos los que sembramos los árboles y fuimos dándole forma a la barriada. Cada uno iba echando una mano en aquello que mejor sabía hacer. Así nació el espíritu de la asociación vecinal El Pueblo y creo que ésta es la clave de su buen quehacer.

¿Y eso funciona también en  tiempos de crisis? De momento nos va bien, la verdad. Aquí ante todo hacemos una labor altruista, sin siglas detrás. Estamos aquí para trabajar por el barrio, para que sus vecinos disfruten y tengan un bienestar, incluso cuando hay tantos jóvenes en desempleo que están viviendo de las pensiones de los abuelos. De hecho, nuestra asociación realiza una labor social con carros de minusválidos, muletas y andadores que son de uso público y que va cediendo a quienes lo van necesitando. También colaboramos en todo lo que podemos –ya sea en recogida de alimentos no perecederos o de ropa– en las campañas de la parroquia de la Resurrección a través de Manos Unidas.

Finalmente no habrá aparcamiento en la zona y Equipark empezó a devolver los mil euros de fianza a los vecinos, ¿qué alternativa proponen al problema de estacionamiento? El proyecto murió con la crisis. Eran más de 240 plazas de aparcamientos en tres plantas, que, la verdad, venían muy bien no ya para este barrio, sino para las zonas colindantes. A día de hoy sigue siendo un problema, pues a partir de las ocho de la tarde es imposible estacionar en la zona. Pero pensamos que en la Carretera de Carmona hay una explanada baldía que de alguna forma podría utilizarse como aparcamiento en superficie para residentes. Es decir, hacer algo parecido a Cisne Alto. La medida supondría poca inversión y un amplio beneficio para los vecinos.

¿Qué relación mantienen con el Distrito San Pablo-Santa Justa? Seguimos en un compás de tiempo. Creo que va a haber que regalarle una caja de pañuelos, porque lloran mucho y dicen que no hay dinero, no hay dinero... Si bien esta asociación no tiene ánimo de lucro. Nuestros socios, e incluso nuestros directivos, emplean su tiempo libre en trabajar para que todos podamos disfrutar de distintas actividades, como los coros de campanilleros y el belén de Navidad, el 28F, el Día del socio, el pregón de Semana Santa, la Feria, la Cruz de Mayo, las excursiones... No paramos. Cuesta dinero, pero aquí lo más barato es la mano de obra. Se pagan las puntillas pero no clavarlas.

¿Ycómo se financian todas estas actividades? En su gran mayoría por las cuotas de los socios, que tenemos más de 400 miembros entre adultos, pensionistas y colaboradores. Este año sólo hemos recibido 600 euros del distrito. Con eso no tenemos ni para pagar media factura de la luz con el movimiento que siempre tenemos.

Si tuviera ocasión de encontrarse con el alcalde, ¿qué mensaje le trasladaría? Que trate a todo el mundo por igual. Tenemos pedida una entrevista hace meses y aún no se nos ha llamado para ponerle fecha. Ahí le pediríamos una reivindicación histórica del Zodiaco: la recepción de la barriada o si no llegar a algún concierto en cuanto a retirada de basura y alumbrado público. Actualmente el mantenimiento de las zonas ajardinadas corre de nuestra cuenta. Destinamos cinco euros al mes para su mantenimiento.

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