Soledad Cabezón (Albaida del Aljarafe, Sevilla, 1973) aparcó la cardiología para convertirse en la primera alcaldesa socialista de su pueblo. De ahí saltó al Congreso y ahora asume un nuevo reto como número tres en las listas del PSOE al Parlamento europeo. «A mí nunca me ha asustado nada, soy inquieta», declara sobre el reto de convertirse en eurodiputada. Su primera iniciativa dice que irá encaminada a «triplicar» el fondo para el empleo juvenil. Ve el 25 de mayo la oportunidad de decirle a Rajoy que «así, no».
¿Cómo convence a un andaluz de que vote el 25 de mayo? A un andaluz lo convencería desde el recuerdo de lo bien que nos ha ido en Andalucía con la solidaridad con la que se construyó la Unión Europea en las últimas décadas. Los fondos de cohesión nos han permitido un desarrollo muy importante. Y se abre una puerta hacia el futuro. Todas las elecciones son importantes pero estas elecciones europeas lo son muy especialmente. Lo que se decide el próximo 25 de mayo es un cambio de rumbo o mantener el mismo rumbo, cuyas consecuencias ya conocen de primera mano los españoles y en menor medida los andaluces porque tienen un Gobierno de izquierdas que ha mitigado estas políticas y reformas. El andaluz tiene que saber que su voto puede ser decisivo.
¿Estamos saliendo de la crisis? Los españoles asocian Europa con déficit, paro, recortes y pobreza pero hay que ponerle un apellido, ésta es la Europa de la derecha. El dato de paro del mes de abril ha sido bueno por la Semana Santa y Andalucía vuelve a estar en cabeza de esta bajada del paro. Pero los datos de la EPA alertan de que se sigue destruyendo empleo. Hay que mirar la tendencia y nos alertan de que las familias van a seguir siendo más pobres, con más dificultades económicas y el crecimiento va a ser compitiendo desde la precariedad. Bruselas viene a admitir que la política que nos están mandatando desde la derecha no genera empleo y solo trae más deuda, más déficit, más paro y más pobreza. Es imperioso ya un cambio de rumbo.
Si tuviera cara a cara a la canciller Ángela Merkel, ¿qué le diría? Alemania está haciendo una política muy lejos de la solidaridad, muy nacionalista, para su país. Pero Merkel no está haciendo la política sola, necesita el apoyo de la mayoría del Consejo de Europa para imponer sus decisiones y en esa mayoría conservadora está el señor [Mariano] Rajoy, que no le está diciendo que no sino apoyando las condiciones macroeconómicas que nos vienen impuestas. Le pediría que rebajara el calendario del déficit, que habría que ralentizarlo, y poner en marcha políticas de estímulo económico y fondos para la creación de empleo. Estamos ante una falsa recuperación y desde luego no una recuperación de las familias sino de las empresas del Ibex, lejos de la economía real.
Dígame tres diferencias entre el programa electoral del PSOE y el PP porque a simple vista dicen más o menos lo mismo. El PP solo hace eslóganes vacíos, como si no hubiésemos vivido los dos últimos años en España. El PP no puede hablar de defensa de lo público, del Estado del Bienestar, de los servicios públicos, de las pensiones
La diferencia existe. Además con el PP no podemos confiar en sus contratos con el programa, no me fío porque no lo cumplen y está vacío de contenido. El PSOE señala como prioridad la reactivación económica y la creación de empleo y siempre de la mano de la recuperación de los derechos. No es incompatible la justicia social con la eficiencia económica. El camino del PP nos ha llevado a ser el segundo país por debajo de Rumanía en índices de pobreza, cosas que los españoles ni podían pensar hace dos años. Apostamos por un fondo de 21.000 millones de euros para combatir el desempleo juvenil.
Andalucía dejará de recibir fondos de cohesión en un mal momento, con un paro insoportable. ¿Puede seguir pidiendo ayudas? No es una mala noticia que Andalucía deje de recibir fondos de cohesión, la comunidad ha hecho un uso muy bueno de esos fondos, lo dijo la Comisión de Política Regional en su momento, quizás la mejor de toda Europa, y eso nos ha permitido una convergencia de casi 14 puntos del PIB. Ahora tenemos una situación de crisis que en el conjunto de España nos ha retrocedido a unos índices macroeconómicos de 1998. Tenemos situaciones coyunturales y concretas como la tasa de paro y trabajaremos para recibir fondos que nos ayuden. Andalucía tiene mucho potencial, grandes infraestructuras y sectores emergentes que nos hacen ser una comunidad fuerte y preparada para salir de esta situación.
El PSOE andaluz augura que ganarán las elecciones tras cinco años de derrotas. ¿Qué se juega Susana Díaz en esta cita? No tiene nada que ver ni debemos mezclar estas elecciones con nada que no sea Europa. Europa es Europa y hay que sacarla del debate autonómico por más que haya líderes que están emergiendo y que necesitan apuntalarse y que traten de buscar cualquier oportunidad. No considero que ese sea el caso de Susana Díaz que tiene un liderazgo más que consolidado en este breve tiempo en el que ha estado al frente del Gobierno. No necesita refrendarse para nada en estas elecciones.
Frente al optimismo del PSOE andaluz, hay pesimismo en Ferraz. No hay pesimismo. Un empate técnico significaría un retroceso y una falta de apoyo considerable para el PP frente a lo obtenido en las últimas elecciones generales. Es posible dar ese vuelco y cambiar la tendencia de los últimos años.
¿Se juega mucho Rubalcaba en estas elecciones ante unas futuras primarias en el PSOE? No creo que Rubalcaba aquí se juegue absolutamente nada. Hay que dejar atrás cualquier debate interno que no sea el de las europeas porque se confunde al ciudadano. Haríamos un flaco favor.
¿Se examina el Gobierno de Rajoy en estas elecciones? Estas elecciones son la primera oportunidad que tiene la ciudadanía de decirle a Rajoy que así no y no hay nada más democrático que hacerlo con el voto. Si el 25 de mayo hay una mayoría de nuevo de derechas darán aval para que nos den otra vuelta de tuerca y haya más ajustes. Estamos hablando de nuevos recortes sí o no o de nuevos recortes de derechos con muchas leyes que están metidas en un cajón esperando que pasen las europeas.
