Economía

"En Francia se percibe la recuperación; recibo llamadas de empresas para venir"

De visita en Sevilla, el embajador de Francia en España destaca que su país, cliente del A400M, no renunciará a ningún pedido ni venderá aviones a terceros y aboga por buscar soluciones dialogadas tras los últimos episodios de ataques a camiones españoles.

el 06 oct 2014 / 13:00 h.

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El embajador francés, Jérôme Bonnafont, en la azotea del Consulado de Francia en Sevilla, en la Plaza de Santa Cruz. / Inma Flores El embajador francés, Jérôme Bonnafont, en la azotea del Consulado de Francia en Sevilla, en la Plaza de Santa Cruz. / Inma Flores Ha sido una visita institucional con una intensa agenda: reuniones con la presidenta de la Junta, el alcalde de Sevilla, el presidente de la Diputación, empresarios franceses con intereses en la comunidad..., pero el embajador de Francia en España, Jérôme Bonnafont, hace un hueco para hablar de la situación económica de su país, de cómo ven al nuestro, de los pasos que debe dar Europa y de las relaciones con Andalucía. La economía francesa suma dos trimestres estancada y prevé un exiguo crecimiento del 0,4 por ciento este año, situación que se repite en otros países ¿Europa ha equivocado las recetas contra la crisis? Nos parece que ahora es el momento de impulsar más el crecimiento en Europa y en particular en la Zona Euro. Tenemos, de un lado, al Banco Central Europeo (BCE) con una política interesante de financiación, y de otro, gobiernos que hacen reformas muy duras para gastar menos y mejorar su competitividad, pero falta un impulso para que el crecimiento sea capaz de crear empleo y dinamismo en la Zona Euro. Nos parece que la llegada de una nueva Comisión es una buena ocasión para mejorar la coordinación de las políticas económicas y dar un impulso a la inversión. El Gobierno francés ha presentado un duro plan de ajuste ¿Teme que se produzca una salida de la crisis en Europa a dos velocidades? Creemos que hay que mejorar la coordinación de las políticas macroeconómicas de los gobiernos de la Eurozona porque al tener una moneda única necesitamos una coordinación más fuerte. El hecho de que todos los países no vayan al mismo ritmo es normal, pero cuando hay un desacuerdo en las políticas puede resultar regresivo para la economía de la Eurozona. Por otro lado, hemos construido nuestro camino de recuperación con una perspectiva de crecimiento del 1,5 por ciento y con una inflación de poco más del 1 por ciento, pero con una tasa muy baja de crecimiento en Europa y una inflación similar, ese objetivo no se puede cumplir sin entrar en recesión y la recesión agravaría las cosas, es un círculo vicioso. Trabajamos con la CE para que tenga en cuenta estas nuevas realidades de crecimiento global. Francia es primer destino de las exportaciones españolas ¿Qué efecto puede producir esa situación sobre las ventas exteriores? Cuando España estaba en recesión vimos cómo nuestras exportaciones hacia España cayeron mucho, de la misma manera si Francia no registra una tasa de crecimiento mejor las exportaciones de productos españoles van a bajar. Tenemos ventajas con una España fuerte, de la misma manera que España tiene ventajas con una Francia fuerte; hay ventajas recíprocas. Esto que vale para Francia y España vale para el resto de países de la Eurozona. Hay una solidaridad dentro de la Zona Euro que nos hace corresponsables de la situación de cada uno. No sirve de nada decir que un país no hace lo que tiene que hacer; ése no es el espíritu de la Zona Euro. La situación de todos va a mejorar si la situación de uno mejora. Tengo que subrayar que Francia en el peor momento de la crisis estuvo solo un año en recesión y resistió mejor que otros. Y, aunque no a corto plazo, el resultado comparado con Alemania arroja que lo ha hecho mejor a medio y largo plazo. No buscamos una fuga de nuestra responsabilidad sino que intentamos introducir dentro de los países europeos un espíritu donde no nos ataquemos mutuamente sino que nos entendamos. Ha tenido una agenda intensa de reuniones en Andalucía. ¿Qué temas ha abordado con la presidenta? Hay una vinculación fuerte entre Andalucía y Francia y con ella tenemos mucho que hablar sobre asuntos económicos, sociales, europeos... Hemos hablado de Europa y sus políticas, de los resultados de las elecciones, de la situación económica y social de Francia y Andalucía e intercambiado ideas sobre temas de interés común como la educación, la formación para el empleo juvenil, la búsqueda de más eficiencia energética (Francia está preparando una ley en este sentido) y cómo se pueden intensificar las relaciones. Hay grandes empresas francesas instaladas en Andalucía como Renault, Looping Group, JC Decaux y con presencia en otras como Airbus... Airbus es un éxito industrial europeo fantástico porque de empresas nacionales y en competencia hemos sido capaces de construir un ente industrial global igual que Boeing. Ésta es la Europa que funciona y el modelo de lo que hay que hacer. Me encanta el hecho de que en Sevilla se construya el A400M, que es un avión estratégico para Francia. España ha anunciado su intención de vender la mitad de los A400M encargados a terceros países por las restricciones presupuestarias. Alemania se ha pronunciado en ese sentido. ¿Francia tiene pensado hacer lo mismo? Hay 50 encargos firmes por parte de Francia y no se considera rebajar este número ni vender una parte de nuestros encargos a terceros países. Hay recortes presupuestarios, pero tratamos de minimizar la reducción en equipamiento y reducir al máximo los costes de funcionamiento. Hablaba antes de potenciar el vínculo Andalucía-Francia, pero Air France dejará de operar este mes su única ruta Sevilla-Toulouse. Es una decisión comercial de una empresa. Deseamos la máxima vinculación de este tipo pero la decisión pertenece a las compañías. Lo único que puedo decir es que parte de mi trabajo es impulsar que haya más turismo, negocio, inversión y más intercambio entre Francia y Andalucía. ¿Qué le trasladan los empresarios franceses con intereses aquí? El criterio de una empresa es de rentabilidad y las perspectivas de mercado a corto, medio y largo plazo. Y desde ese punto de vista, las empresas francesas se han quedado en España a pesar de la crisis. Y ahora que hay un inicio de recuperación recibo muchas llamadas de empresas francesas que me preguntan por las perspectivas del mercado español y si es buen momento para venir. En Francia se entiende que hay recuperación económica. Hace unas semanas se registraron nuevos ataques a camiones españoles de agricultores franceses en la frontera ¿Cómo se entiende que aún persistan estos incidentes? Es una cuestión muy complicada. Por un lado, hemos condenado fuertemente la destrucción de la carga de camiones en la frontera. Pero de otro lado, tenemos un doble problema: uno estructural que discutimos conjuntamente con España, Italia y la CE del ajuste del mercado porque hay disfunciones, en particular, por el efecto negativo del embargo ruso. Pero existe también una cuestión difícil, y es que algunas producciones españolas no respetan las reglas del mercado francés y los productores franceses se sienten en situación de competencia desleal. De esto discutimos también con las autoridades españolas, no para justificar lo que no se puede justificar, sino para encontrar una solución justa al respeto a las reglas de juego. A pesar de esto, entre Francia y España existe una sintonía profunda en política europea, antiterrorista, lucha contra el yihadismo y contra la inmigración clandestina.

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