Las Jornadas de Patrimonio de Alcalá de Guadaíra culminaron ayer con un balance muy positivo de asistencia y con importantes datos para unificar criterios en torno a la recuperación del yacimiento arqueológico de Gandul. El encuentro contó con importantes ponencias de expertos en la gestión del patrimonio y, sobre todo, fue esencial la exposición de modelos concretos que existen en poblaciones cercanas, como son los casos de Écija y Carmona.
Sin duda, una de las conferencias más esperadas fue la de clausura que corrió a cargo del arqueólogo Enrique Domínguez Berenjeno, gran conocedor del paraje de Gandul que ofreció en su alocución algunas propuestas para la gestión del rico patrimonio que puede encontrarse en toda la necrópolis.
De este modo, el arqueólogo explicó que Gandul no es sólo un enclave en el que se concentran numerosos yacimientos arqueológicos. En su opinión, la valoración de este espacio supera el que estos restos arqueológicos sean más o menos monumentales: "La ecología, el paisaje, la memoria y el posible uso o disfrute social es lo que de forma combinada da a Gandul un valor de singularidad". También reconoció que todo ello implica una necesaria actualización y regulación de nuestra perspectiva sobre este espacio.
Este arqueólogo habló también de las perspectivas de futuro del yacimiento arqueológico y quiso hacer especial hincapié en la necesidad de "solucionar el problema de titularidad" del lugar ya que "buena parte de los terrenos pertenecen al marquesado de Gandul y casi la mitad del área es del Ministerio de Defensa". Esto tiene que aclararse para su futuro destino.
Por otra parte, se centró en la diversidad de elementos que se encuentran en el lugar, "muchos de ellos todavía desconocidos por nosotros", y en la necesidad de comprender "las afecciones, patologías y problemas que se dan, para ofrecer soluciones". Igualmente, el experto consideró muy necesaria la integración entre las administraciones (sobre todo autonómica y local) y de éstas con la sociedad civil.
Por último hizo referencia a que, en cualquier caso, en todo el proceso de actuaciones que se lleven a cabo para proteger Gandul hay que tener muy clara la necesidad de separar la protección legal y administrativa del área de sus posibilidades de uso social y cultural. Para el arqueólogo, este último aspecto será inviable si previamente no se regula la protección del lugar "ya sea mediante la revisión de las figuras ya existentes o mediante la formulación de una nueva".
Las jornadas culminaron ayer con la parte más práctica del programa que incluía esta semana dos visitas a los principales elementos patrimoniales de Écija y de Mairena del Alcor. De este m modo, la visita del pasado viernes fue al Castillo de Luna de Mairena y a la casa museo de Jorge Bonsor, el primer arqueólogo que realizó un estudio exhaustivo de todo el entorno de Gandul.
Mientras, la visita de ayer, que partió de la rotonda de Beca, fue a la ciudad de Écija donde los integrantes del encuentro tuvieron la oportunidad de admirar elementos como el Museo Histórico Municipal, cargado de los últimos descubrimientos en la Plaza de España, el Salón, y las reconocidas iglesias del municipio, entre otros atractivos que éste encierra.
