Dieciséis aficionados radicales pasarán hoy a disposición judicial y otros dos, ambos menores de edad, quedaron ayer en libertad después de ser detenidos el viernes por la noche junto a la ciudad deportiva Luis del Sol, donde protagonizaron un violento enfrentamiento con los muchos agentes de la Policía Nacional que acudieron allí después de que una patrulla alertase de la presencia de ultras con distintivos del Sevilla FC camino de la instalación, donde se disputaba un torneo de peñas del Betis. Los radicales sevillistas, armados con palos y bates de béisbol, no llegaron a entrar en la ciudad deportiva, donde el equipo de los Supporters Sur calentaba para jugar un partido del campeonato, pero armaron bronca fuera de ella e incluso destrozaron un vehículo policial.
La inmediata llegada de varias unidades de la Policía Nacional impidió que los incidentes provocasen consecuencias más graves. De hecho, al enterarse de que ultras del eterno rival deambulaban por las cercanías de la ciudad deportiva, los Supporters allí presentes dejaron de calentar y salieron para Dios sabe qué, pero no llegó a haber enfrentamiento entre los radicales porque a esas alturas ya habían intervenido las fuerzas de seguridad. Los incidentes tuvieron lugar en torno a las 22.30 horas de la noche y la Policía Nacional incluso tuvo que cortar el tráfico en las calles aledañas a la ciudad deportiva. Algunos de los detenidos y un par de agentes resultaron heridos, todos leves.
CONDENA Y HERMANAMIENTO. La repulsa a los sucesos del viernes por la noche en la ciudad deportiva y las inmediaciones del estadio Benito Villamarín sólo fue cuestión de horas. Ayer por la tarde, el Betis divulgó un comunicado en su web para condenar los incidentes. "Estos hechos no tienen nada que ver con el fútbol y sí con la violencia que lamentablemente rodea a nuestro deporte. El campeonato de las peñas béticas ha dado la mejor respuesta al continuar su disputa hasta la celebración mañana -por hoy- de la final", recalca el club de Heliópolis. El torneo, en efecto, prosiguió ayer con normalidad y un poco más de atención policial en los alrededores del recinto, pero sin que se produjeran nuevos incidentes. Curiosamente, en el campeonato participa un equipo de policías.
Y también como anécdota, los Supporters acabaron jugando el partido para el que estaban calentando y perdieron. Las personas que estaban dentro de la ciudad deportiva, en general, casi ni se enteraron de lo que estaba sucediendo fuera.Además del comunicado emitido por el Betis, el presidente de la Federación de Peñas Sevillistas, Ramón Somalo, llamó ayer por la mañana por teléfono a su homólogo bético, Juan de Dios Álvarez, para lamentar lo ocurrido y repudiar al grupo que perpetró los actos vandálicos.
