El fallecimiento de José María Javierre ha consternado a buena parte de la profesión periodística en Sevilla, que siempre lo consideró un referente desde su llegada a la dirección de El Correo de Andalucía. El giro valiente a la información al que se atrevió, contar las huelgas cuando todos los diarios escribían al dictado en pleno franquismo, emociona 25 años después de que el Cura dejara el periodismo, una profesión que exige tanta vocación como el sacerdocio. Estos son algunos testimonios llegados a la redacción que él un día dirigió.
Manuel Juli Guardiola: "Nunca olvidaré a un hombre que hizo, en aquellos difíciles últimos años del franquismo, que se abriese un rayo de esperanza y una vía de participación y compromiso democrático desde el Correo que él dirigió en la primera etapa. Su clarividencia, bonhomía y entrega evangélica no seré yo quien las descubra pero sí uno de los que las declaren y las agradezca profundamente. Feliz vida eterna compañero".
El periodista Juan Teba ha hecho llegar a elcorreoweb.es su condolencia: "Aunque ya estaba alertado, la muerte de José María Javierre es un duro golpe para mí. Empecé como periodista en aquel Correíllo, como él llamaba al periódico que dirigió, en un momento histórico. Compartí con él momentos felices y broncas inolvidables, pero mantuvimos siempre el afecto mutuo. Y con su muerte, me viene también el recuerdo de los miembros, también desaparecidos, de su familia sevillana de adopción: José María Fernández Palacios y su mujer, Marisa, y aquel verano en la playa de Mazagón con Tico Medina. Estoy afectado por su muerte".
Manolo Romero: "Javierre representa lo mejor de la tradición periodística de El Correo de Andalucía. Supo, de la mano de Bueno Monreal, abrir el periódico a la futura España democrática. Junto a un grupo de periodistas comprometidos hicieron que el periódico fuera un referente en toda España. Hondo pesar y ánimo a los que hacéis El Correo para seguir en esa línea".
Jose Manuel Cervera, director del gabinete de Manuel Chaves: "El Correo de final de los sesenta y de los primeros setenta fue, sobre todo, un estímulo y una luz que alguien había querido encender al final del tunel. Para muchos, como yo mismo, fue muy importante y eso sólo justifica una vida, sin quitar méritos, por supuesto a toda la trayectoria vital del padre Javierre. Un hombre ejemplar en muchos aspectos. Una buena persona y un periodista que supo comprometerse con su tiempo y con su gente".
Mª Jesús González: A él le debo haber venido a Sevilla para ejercer el periodismo en aquel mítico Correo de Andalucía, ejemplo de periodismo y cantera de buenos profesionales, del que conservo magníficos recuerdos. Gracias a él conocí a mi marido y eché raíces en esta tierra donde tengo lo mejor. Un beso, José María, y hasta siempre".
La familia del primer presidente de Andalucía, Plácido Fernández Viagas, también ha sentido el fallecimiento de Javierre, que contribuyó desde la barricada del periodismo a la implantación de la autonomía: "En nombre de la famila Fernández-Viagas Bartolomé, queremos expresar nuestro dolor. Era nuestro cura". Juan Fernández-Viagas Bartolomé: "Es un golpe muy doloroso para todos aquellos que lo conocíamos personalmente y participamos con él en el difícil proceso de cambio político en nuestro País. Nos hemos quedado huérfanos, pero su ejemplo perdurará en el tiempo".
También su huella caló hondo en el mundo sindical, como recoge este testimonio:
Rafael Aguilar: "Hoy debe de estar de luto la Clase Obrera Sevillana. Los últimos años del franquismo, tiene una referencia. Javierre, Chinarro, etc. Su compromiso evangélico y su testimonio por los débiles, es un reto a imitar. ‘En la vida y en la muerte, todos somos del Señor' San Pablo. Aprendamos de él". Incluso hay quien lo recuerda por su pregón de Semana Santa en 1993: Fernando: "Adiós al mejor Pregón de la Semana Santa de Sevilla. Ha sido el único pregón que me hizo emocionar. Una persona aragonesa hablando de nuestra idiosincrasia sevillana popular.... fue una maravilla. Descanse en paz este gran cristiano, hombre y sacerdote".
Guillermo Ramírez recuerda cómo su padre trabajó con El Cura Javierre: "Siento mucho su pérdida, y desde aquí le remito mi pésame a su familia, así como a la gran familia de periodistas afectos a esta casa. Aún recuerdo en mi juventud, cuando mi padre comentaba en casa las anécdotas vividas con José María, para sus compañeros El Curilla, en las que siempre, en aras de la consecución de objetivos, discutían sobre disposiciones de las noticias, número de columnas, etc, para terminar compartiendo afablemente los pocos ratos libres de que disponían. Hace años que no lo veía, pero mi último recuerdo será cuando, ante el palacio episcopal de Sevilla, le puse de manifiesto la memoria de mi padre, su compañero de tantas y tantas noches de amor a una profesión a la que dedicaron su vida. Descanse en paz".
