El helado ha dejado de ser un producto estacional, que se consume sólo en primavera o verano, para ser una exquisitez con la que se disfruta todo el año. Por ello, cada vez son más las heladerías que, al igual que los restaurantes, tienen una carta para cada temporada. Éste es el caso de la Heladería Bolas, que con la llegada del invierno y de la Navidad ha introducido los gustos de mazapán, polvorón, torta de aceite e incluso de roscón de reyes. Y es que esta franquicia elabora 80 sabores diferentes, entre los que se encuentran los tradicionales de turrón, yogur y chocolates varios, a los que se unen otros gustos más novedosos como el queso de cabra y dulce de membrillo, caramelo a la sal o tocino de cielo, pasando por los típicos de la Semana Santa: pestiños y torrijas.
Además, según explicó ayer Antonio Ruiz, propietario de esta empresa junto a su socio el maestro heladero Antonino Parrilla Villar, también elaboran helados para celiacos, "como son todos los de fruta e incluso uno de chocolate", remarcó.
Ruiz manifestó que su socio por encargo también ha hecho helados de gin tonic, en versión dulce y más seca, de aceite y de gazpacho. Pero, según remarcó este emprendedor, los sabores por los que más apuesta su firma son los que puedan considerarse más apropiados a un helado, es decir, de momento en su carta no se encuentra el sabor a fabada.
Los helados de esta firma se elaboran todos en el mismo establecimiento, con ingredientes naturales y de primera calidad, "sin ningún tipo de aditivo, son artesanales, por lo que son helados sanos y ligeros", aseguró.
Por otra parte, Antonio Ruiz recordó que la primera Heladería Bolas se abrió en el mes de septiembre en la avenida de Kansas City de la capital hispalense, "pero ya hay contactos para inaugurar nuevos despachos en Córdoba, San Pedro de Alcántara (Málaga) y en el centro de Sevilla, aunque el lugar está todavía por determinar".
Los nuevos establecimientos de la firma Heladería Bolas seguirán la misma línea de su matriz: la calidad, primerísima materia prima y todos los helados se elaborarán en los despachos, para que los clientes puedan disfrutar y deleitarse con el sabor de un producto recién hecho.
La idea de abrir esta cadena de heladerías surgió de Antonino Parrilla Villar, afamado heladero de Sevilla, que se propuso exportar la heladería tradicional a la franquicia. De hecho, aunque Heladería Bolas y Villar son firmas diferentes, sus helados tienen muchas similitudes y hay grandes coincidencias en los sabores de sus cartas.
Asimismo, Heladería Bolas también ofrece en invierno la posibilidad de tomar chocolate caliente y café, que pueden ser acompañados por tartas artesanales.