-Compiten con partidos con grandes medios y ustedes piden donaciones de 10 euros para su campaña, aunque tendrán un spot dirigido por Fernando Colomo. ¿Cómo se harán oír?
-Es un ejemplo de sostenibilidad. Queremos demostrar que se puede hacer política con menos recursos, sin depender de los bancos. Con muchas pequeñas cantidades haremos una campaña que no es costosa, porque no vamos a llenar de carteles la ciudad por principios. Pondremos puestos en la calle para tener citas rápidas con los candidatos y nos haremos visibles con nuestras bicicletas.
-En las generales del 20-N lograron más de 35.500 votos en Andalucía y 11.200 en Sevilla. ¿Cuál es su objetivo ahora?
-Lo mínimo es consolidar e incrementar nuestra base social. Pero los tiempos no están para objetivos mínimos, la situación es de urgencia, sobre todo con el paro juvenil y no hay un discurso que dé respuesta más que el recorte en gastos que son inversiones. Hemos perdido el sentido común. Cualquier empresario sabe que para que su negocio prospere tiene que hacer una inversión que luego tendrá un fruto. Queremos reactivar la economía en una dirección sostenible basada en los recursos, naturales y humanos, que tiene Andalucía. Tenemos cosas por hacer y gente parada, hagamos inversiones rentables que nos permitan ganar en autosuficiencia. No podemos recortar para ver si los mercados recuperan la confianza y dejan de presionarnos. Es curioso, en España hemos aprendido que no podemos ceder al chantaje terrorista y estamos siendo sometidos a un chantaje financiero.
-¿Cuál es el camino?
-Hemos identificado ejes estratégicos de creación de empleo. Primero, la energía. El petróleo ya escasea. La energía del futuro es la que no se agota nunca, la solar, y en eso somos potencia. Si tenemos en abundancia un recurso que querrían todos y empresas líderes en estas tecnologías el sentido común nos debería llevar a apostar por este sector. El segundo sector estratégico es la agricultura. Si tenemos energía y soberanía alimentaria, las necesidades básicas están cubiertas. Si además los productos que generamos en el campo los transformamos aquí apoyamos la industrialización. Si apoyamos la producción y el comercio local creamos puestos de trabajo aquí en vez de en China o en Marruecos. Las grandes superficies crean empleo de baja calidad. Ikea en cuanto no le salgan los números cierra y se va y cuando queramos hacer los muebles aquí no tendremos una industria. Hay que apostar por la economía local y acercar al productor y al consumidor quitando intermediarios. Pero hace falta una pieza fundamental, el crédito. La reforma que necesitamos no es laboral sino financiera, que los bancos vuelvan a invertir en la economía productiva. Podemos crear una banca pública andaluza y algo que perdimos, las cajas cooperativas de crédito que en vez de especular con los ahorros los usen para financiar nuestra economía.
-Pero con la que está cayendo resulta difícil decir no a un gran proyecto de Ikea.
-Ikea destruye más empleo que el que crea. ¿Qué queremos, crear puestos de trabajo en China para que ellos hagan los muebles, en Suecia para que los diseñen y aquí unos contratos basura que en unos años se vaya? Nosotros tenemos planes de empleo diferenciados para el medio rural y urbano. En el campo hay que estudiar en cada comarca qué necesidades se pueden cubrir con sus recursos y ofrecer proyectos relacionados a los emprendedores. En la ciudad, el reto es volver al modelo tradicional con las actividades más cerca de la residencia, no vivir esclavizados por el coche y adaptar las casas para ahorrar energía, lo que reactivará la construcción. Y desterrar la cultura del despilfarro. Cuando era pequeño se devolvían los cascos y eso no era peor calidad de vida pero ahorraba recursos. Sacar de la naturaleza más de lo que puede reponer quema la base de nuestro sustento. Economía sostenible significa reconocer los límites y tener autocontención en lo innecesario.
-¿Qué expectativas tienen para el 25-M?
-Vamos a dar una sorpresa en votos y podemos estar en el Parlamento. No somos un partido testimonial, queremos ser alternativa. Sevilla y Almería son donde podemos estar más cerca. Hemos nacido en el momento adecuado. Si no no pasa nada, estamos aquí para durar. Pedimos que no se vote con resignación entre lo malo y lo peor, sino con sentido común.
-¿Qué perfil tienen sus candidatos y votantes?
-Tenemos desde jubilados a universitarios, de las ocho listas seis van encabezadas por mujeres, hay empresarios y sindicalistas, gente de movimientos ecologistas y sociales, parados. Y sintonizamos muy bien con los jóvenes universitarios y con la gente del campo, que a mí me ha dicho "tu discurso lo entiende todo el mundo".