Economía

«En Sevilla no se aprovecha el río para hacer negocio»

Es gerente de Sun Sails Marina , una empresa dedicada al negocio náutico que empezó fabricando velas y que ahora ocupa 17.000 metros en la zona portuaria de Sevilla. A pesar de la crisis, asegura que el turismo que llega por el río abre un mar de posibilidades

el 26 feb 2011 / 15:46 h.

Celia Nebot, en las instalaciones de Sun Sails Marina en la zona portuaria de Sevilla.

-¿Cómo surge Sun Sails?

-Comenzamos fabricando velas. La empresa empezó llamándose Andalucía Sails, pero tuvimos que cambiarla porque el sello Andalucía no estaba bien visto, sobre todo teniendo en cuenta que entonces, en los años ochenta, era un negocio muy relacionado con los turistas. Después llegaron las velas de China y Taiwán y tuvimos dos opciones: o cerrar o enfocar el negocio de otra manera. Lo que hicimos fue traernos barquitos de Portugal. Nos situamos en Puerto Gelves en una casita prefabricada de 10 metros cuadrados. Nos dedicábamos a la venta de barcos.

-¿Cómo salta a los 17.000 metros que ahora tienen en la zona portuaria de la capital?

-El primer salto grande lo dimos en 1992, con la Expo. Abrimos instalaciones en el polígono PISA de 700 metros. Entonces entramos en el sector de la construcción con Dragados, porque fabricamos unos toldos para la Expo que funcionaban de un modo parecido a las velas de los barcos, con cables, tensores... un producto muy innovador para la época. Cuando llegó la crisis posterior, nos enteramos poco, porque nos cogió en un momento de crecimiento y la vivimos bien. Hace dos años nos trasladamos a estas instalaciones, en plena crisis, porque los que antes estaban aquí, Marina Marbella, no habían logrado sacar el negocio adelante. Las instalaciones eran alucinantes, pero estaban deterioradas. Al final nos hicimos con ellas.

-Y eso en medio de la crisis...

-Como la mayoría de las empresas, hemos pasado momentos duros. Al sector náutico nadie le regala nada, no hemos tenido ayudas como el de la automoción. En los barcos, tú te lo guisas y tú te lo comes.

-Es curioso que en una ciudad como Sevilla haya tan poco negocio de cara al río relacionado con el ocio...

-Las administraciones se están mostrando más sensibles. Ahora hay un concurso público de pantalanes. Hay que tener en cuenta que a Sevilla llegan turistas a través del Guadalquivir. En verano, por ejemplo, llegó el mítico Doriana, un barco de época de 40 metros. Entra gente navegando y estamos justo a la entrada. El enclave es genial.

-¿Queda mucho por hacer?

-Está todo por hacer, aunque últimamente se hacen cosas. Prodetur inauguró unos pantanales en Puebla. Estamos hablando para montar programas turísticos a los que llegan en barco, con comida, capeas... En otros ríos navegables del mundo hay muchos negocios enfocados a estos temas, pero en Sevilla no hay nada. Hemos entrado en el momento adecuado, pero la inercia cuesta romperla. Tenemos una escuela de iniciación a la vela para plantear en los colegios, para que los niños sevillanos tengan la misma relación con el río que los granadinos con la nieve. Tenemos también un taxi fluvial y estamos negociando con el hotel Barceló para prestar este servicio a sus clientes y dejarlos en el centro a través del embarcadero del CAR. Nuestro objetivo es que Sevilla sepa las opciones que tiene, porque muchos no saben que pueden coger un barco y recorrer el río con un título muy simple que se llama titulín.

-¿Hay verdadero interés en Sevilla por la náutica?

-Sí. De hecho, si se miran estadísticas, se observa que la mayoría de los que tienen barcos atracados en Cádiz y Huelva son de aquí. Nuestro fin es que se los traigan a Sevilla la mayor parte del año. Tenemos un acuerdo con el Club Náutico para que nuestros barcos atraquen allí.

-¿Cree que, cuando pase la crisis, crecerá la competencia?

-Es muy difícil que nadie invierta nada porque el sector está muy tocado. Ya hay en Sevilla cuatro o cinco náuticas, aunque son más pequeñas. Lo cierto es que el ocio va a más. En nuestro caso, caímos el 80% en 2009 aunque remontamos al año siguiente. La bajada coincidió con el momento de la inversión. Esperemos que la crisis no dure mucho más y que la gente comience a tener de nuevo confianza. De hecho, ya se nota que hay clientes que comienzan a comprar.

-¿Su negocio se ha resentido menos por su perfil de cliente?

-Pensar eso es un error porque hay barcos y clientes de todo tipo. Desde el que se gasta 800 euros en una embarcación neumática hasta el que invierte 600.000. La crisis al final es para todos, el que no tiene porque no tiene y el que sí porque lo ahorra. Cuando salgamos, la empresa va a estar muy posicionada, porque vamos a tener posiblemente las mejores instalaciones de España en lo que a náutica se refiere.

El perfil. Desde pequeña, Celia Nebot tuvo relación con el mundo de la automoción, ya que su padre era empresario y se dedicaba al sector. Cuando acabó COU, se puso a trabajar en él y comenzó en Renault, primero en Sytasa y luego en Syrsa. Su familia había estado relacionada desde siempre con el ambiente náutico y, por ello, su ex marido y ella decidieron en los ochenta montar un negocio. "Comenzamos fabricando velas porque hacíamos windsurf", explica. En la actualidad, regenta unas instalaciones de 17.000 metros en el Puerto, dedicadas al deporte y el ocio náutico, donde el principal negocio es la venta de barcos, aunque también el alquiler y el mantenimiento. "Hay pocas empresas que puedan ofrecer todos nuestros servicios. Enseñamos al cliente a usar su barco, le proporcionamos los permisos, le damos cursos de formació, prestamos un servicio completo" explica. Además, ha decidido recuperar algunas citas relacionadas con el sector, como una feria en Gelves que ahora va a rescatar para Sevilla. "Se celebrará del 9 al 15 de mayo y en ella se podrán ver barcos de ocasión y nuevos y habrá cursos de formación", comenta.

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