Cinco mujeres se encadenaron ayer por la tarde a uno de los altares laterales de la iglesia de Santa María del Pi de Barcelona en demanda de una ley que permita el aborto "libre y gratuito" y para "visualizar el papel criminalizador de la Iglesia" ante esta cuestión, explicaron.
La entrada de estas personas en el templo se produjo mientras uno de los curas de la parroquia oficiaba una misa ante sus feligreses y poco antes de que se celebrara una boda en el mismo.
Una treintena de mujeres se plantó pasadas las seis de la tarde ante las puertas de la Iglesia del Pi, que hace unos años ya albergó en su interior a un numeroso grupo de inmigrantes que protestaban por su situación en España, y consiguieron entrar hasta el interior, donde cinco de ellas se encadenaron a un altar y colgaron una pancarta con el lema: "Con el aborto, ni un paso atrás".
También se colocaron una nariz postiza a modo de denuncia por lo que entienden "caza de brujas" por parte de la institución eclesiástica hacia las abortistas.
Las encadenadas dijeron que no piensan marcharse del templo hasta que "el juez deje de inculpar a 140 imputadas por solidaridad con abortistas en Tarragona" y remarcaron que quieren una nueva ley favorable al aborto libre y gratuito, sin plazos ni condiciones, calificando de "ambigua" la legislación actual, que sólo permite el aborto en tres supuestos.
Fuera de la iglesia colgaron otras pancartas en las que podía leerse: "Ni plazos ni hostias. Aborto libre y gratuito...ya", "Mi cuerpo no es tu templo" o "Fuera vuestros rosarios de nuestros ovarios".
Por su parte, un portavoz de la parroquia del Pi ha lamentó el incidente e indicó que había llamado a los Mossos d'Esquadra para que pusieran fin a la protesta de estas mujeres, por entender que "han entrado en una propiedad privada y no lo han hecho pacíficamente".
"Llevan unas cadenas, han colgado una pancarta y han interrumpido una misa. Además, hay una boda ahora, y no sé si a los novios les gustará mucho encontrarlas aquí dentro", dijo el portavoz poco antes de iniciarse el oficio matrimonial, con las mujeres aún encadenadas y estando presente una dotación de la policía autonómica.
