Quince años después de que Uralita cerrara su fábrica de Bellavista, cuyos antiguos trabajadores con enfermedades profesionales relacionadas con la exposición al amianto demandan ahora una indemnización de 2,2 millones de euros en un juicio celebrado esta semana, los vecinos de las urbanizaciones levantadas en los alrededores de la fábrica edificadas tras un proceso de limpieza de los terrenos siguen con la mosca detrás de la oreja. La prueba es que unos polvos blancos aparecidos en septiembre en un solar próximo a la promoción Jardines de la Alhambra hizo saltar las alarmas. Los terrenos se encuadran en el Cortijo de Cuarto, perteneciente a la Diputación, por lo que contactaron con la institución provincial, cuyos técnicos extrajeron muestras que mandaron a analizar a un laboratorio especializado en Barcelona. Los resultados llegaron en abril y revelaron la presencia de trazas de amianto, por lo que la Diputación se ha comprometido a limpiar la zona y tomar las medidas oportunas respecto al terreno, si bien reclamará a Uralita que asuma su responsabilidad. Maribel Vázquez es una de las residentes en las 68 viviendas que componen la promoción, adjudicadas hace seis años. Sus hijos, como los del resto de los vecinos, juegan en un parque infantil realizado por el Ayuntamiento frente a los pisos. Al lado del parque hay una arboleda y tras ésta un solar por el que discurría un arroyo en el que la fábrica depositaba residuos que corrían hasta el Cortijo de Cuarto, explica. Al ser terrenos de la Diputación, contactaron con ésta, cuyos técnicos recogieron muestras hace ocho meses y aunque nos han dicho que ya tienen los resultados y que es amianto, dicen que tienen que contratar a una empresa para la limpieza y no nos dan fecha. Desde la institución provincial, el diputado de Sostenibilidad y Ciclo Hidráulico, Antonio Conde, explicó que los restos aparecieron en invierno a raíz de las lluvias, que formaron una escorrentía ya que a la zona llegaba una tubería de la fábrica por la que ésta vertía. Conde explicó que el informe fue trasladado al área de Patrimonio, que a través de Sevilla Activa es la competente para actuar sobre los terrenos, y contactaron con los responsables de Uralita, cuyos técnicos visitarán la zona la próxima semana. No obstante, dejó claro que la Diputación tiene previsto acometer la limpieza y adoptar las medidas cautelares en cuanto a la protección del terreno que sean necesarias sin esperar a la actuación de Uralita, porque la salud de las personas está por encima de todo, si bien reclamará a la empresa que pague unos trabajos que entiende le corresponderían a la fábrica y no descarta otro tipo de reclamaciones ya que somos también damnificados. Frente a la alarma y preocupación que el tema ha generado en los vecinos, y aunque aseguró que no han estado parados desde que tuvieron los resultados en abril, Conde no pudo concretar plazos para los trabajos ni en qué consistirán exactamente las medidas que tomarán ni si se activará un protocolo específico entre la población residente en el entorno, ya que la actuación corresponde al área de Patrimonio. La Diputación puso los hechos en conocimiento de la Consejería de Medio Ambiente. Fuentes de este departamento confirmaron que los técnicos de la Diputación acudieron hace unos días a la Junta para asesorarse sobre las actuaciones que debían realizar. La Consejería señaló que el protocolo y la legislación al respecto marcan que o se emprende directamente la limpieza de los suelos o éstos se declaran contaminados, se aíslan y protegen y se elabora un proyecto de descontaminación que correspondería al Ayuntamiento en cuyo término municipal está el suelo, en este caso, Sevilla. La Consejería insistió en que la Junta no tiene competencia alguna para actuar o decidir las medidas
