La empresa eléctrica Endesa obtuvo el año pasado un beneficio neto de 2.675 millones, cifra que representa una caída del 9,9% respecto a 2006, ejercicio en el que contabilizó varias partidas de ingresos extraordinarios. Ese año, la eléctrica obtuvo 719 millones de las plusvalías por desinversiones de activos, efectos fiscales en sus filiales de Italia y Chile, la bajada de impuestos en España y el reconocimiento de los sobrecostes de la generación extrapeninsular, explicó ayer a la CNMV.
Si se descuenta el efecto de estos conceptos en las cuentas de 2006, el beneficio neto registrado por Endesa el año pasado creció el 14,2%.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) aumentó el 4,9%, hasta alcanzar los 7.485 millones, mientras que el beneficio neto de explotación (Ebit) fue de 5.596 millones, el 6,8% más. Los ingresos ascendieron a 21.931 millones, un 6,6% más.
La eléctrica generó 183.966 gigavatios-hora (GWh), un 1,3% menos, por las caídas de la producción registradas en Europa (6,1%), achacables a la menor demanda en Italia y Francia, y Latinoamérica (4,1%), donde hubo problemas de abastecimiento de gas y menor hidraulicidad. Las ventas de electricidad ascendieron a 227.502 GWh, un 3,3% más.
Durante el año pasado la compañía invirtió 4.746 millones. Asimismo, el pasado año Endesa vendió un 2% de Red Eléctrica de España (REE) y redujo su participación hasta el 1%, y continuó con la venta de activos inmobiliarios, operaciones que le reportaron unos ingresos de 178 millones y unas plusvalías brutas de 141 millones.