Enfermedades que ya habíamos olvidado, que creíamos que habían prácticamente desaparecido en nuestro país, han vuelto a repuntar. Tener sarampión, rubéola, paperas y tuberculosis ya no es tan extraño. Estas patologías son de declaración obligatoria y, según datos provisionales del Ministerio de Sanidad, en 2009 se volvieron a contabilizar numerosos casos. De sarampión hubo 34 notificaciones; de rubeola, 31; de paperas, 2.067; y de tuberculosis, 6.070.
El motivo es bastante sencillo de explicar. En el caso de las tres primeras enfermedades se debe a la llegada de población inmigrante que no está inmunizada y los contagios de personas que no están vacunadas.
El jefe del servicio de Microbiología del hospital Virgen de las Nieves de Granada, José María Navarro, señala que el sarampión está muy controlada en España, "aunque como llega gente de otras áreas donde no hay campañas de vacunación se pueden producir contagios a ciudadanos que por su edad en España no han sido inmunizados, fundamentalmente a personas de entre 25 y 30". Navarro señala que la población española de esta franja de edad es la más vulnerable porque en su época no se vacunaba, y en cambio, los más mayores casi todos han pasado el sarampión, "porque en las casas cuando un hijo caía enfermo se le juntaba con los demás hermanos para que lo contagiase" y así inmunizarlo.
Respecto a la tuberculosis, admite que ha aumentado en nuestro país. Esto se debe "al trasiego de gente", pero aclara que esta dolencia en nuestro país se trata bien y no hay problemas de mortandad. "Cuando se detecta que hay un repunte se adoptan medidas sanitarias para atajarlo, además tampoco es una afección que se propague muy rápidamente si se controlan bien las medidas higiénicas y se hace un seguimiento de los familiares del paciente", dice.
De forma similar se pronuncia el experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), presidente de la Federación Europea de Parasitología y jefe del departamento de Parasitología de la Universidad de Valencia, Santiago Mas-Coma, quien indica que el número de casos de tuberculosis no es alarmante, lo que sí comenta es que el problema viene dado porque los tratamientos para esta enfermedad son muy largos, de al menos seis meses, "y el paciente cuando ya se encuentra bien lo abandona, esto es lo que está provocando que haya cepas más resistentes", remarca, por lo que exige que haya un seguimiento médico de los enfermos para que completen el tratamiento.
La Malaria. Por lo que sí muestran preocupación estos dos especialistas es por la malaria o paludismo, que en España se erradicó en los años 60 al extinguirse el mosquito o vector que la transmitía. Sin embargo, ahora éste ha regresado, con lo que esta patología puede causar de nuevo problemas con la llegada de inmigrantes que sufren el mal o por españoles que han estado en lugares donde existe esta enfermedad y se han contagiado. De hecho, la malaria acaba cada año con la vida de más de 700.000 niños menores de cinco años, según señaló ayer Save the Children, con motivo de la celebración hoy del día mundial de esta dolencia.
Para evitar que este mal sea un problema en España, Navarro pide a las personas que viajen al extranjero que extremen la precaución, ya que en España el año pasado, según Sanidad, se notificaron 338 casos de paludismo, todos ellos importados.
En este sentido, Mas-Coma recuerda que hace años se detectaron algunas enfermedades tropicales en España por los viajes al extranjero, pero admite que esta tendencia se ha controlado porque en las agencias de viaje, después de varias campañas de concienciación, ya informan a sus clientes de las vacunas que se tienen que poner y de las precauciones que deben adoptar según el país al que se desplacen.
Respecto a las enfermedades que nunca ha habido en España y de las que se pueden dar casos porque ha entrado el mosquito que lo contagia, como el tigre, se encuentra el dengue -una fiebre de aparición súbita que dura de 3 a 7 días acompañada de dolor de cabeza, articulaciones y músculos-, según comenta el jefe del servicio de Microbiología del hospital Virgen de las Nieves, quien reconoce que en España no se ha dado ningún caso autóctono. Sin embargo, no se descarta que se pueda producir: "Tenemos el vector y las personas que lo padecen porque lo han traído".
Por su parte, Mas-Coma hace especial incidencia en el mal de Chagas, que lo transmiten mosquitos que sólo habitan en América, pero a esta forma de contagio se une la transmisión "de una mujer embarazada a su hijo y por la sangre, esta última circunstancia ha obligado a cambiar los protocolos en la donación de sangre, para evitar su transmisión", aclara el doctor.
Ante las enfermedades que han regresado y las que llegan nuevas, este experto de la OMS solicita que se adopten medidas de prevención y en especial hace hincapié en tener cuidado con los alimentos que se ingieren, las bebidas que se toman y la higiene, "para evitar casos como el que se denunció en España de disentería mediana, puesto que extremando la limpieza se puede evitar su contagio".
