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Enfrentados en casa, unidos en Europa

PSOE, PP e IU sellaron un frente común contra la reforma de la PAC, un pacto que compromete a los tres ante el nuevo Gobierno para defender su posición en Bruselas.

el 19 nov 2011 / 21:24 h.

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La reforma de la Política Agraria Común (PAC) es otra de las líneas prioritarias de la Junta. Todas las fuerzas políticas representadas en el Parlamento andaluz (PSOE, PP e IU) lograron aparcar sus diferencias en este debate para consolidar un frente común. Andalucía hablará con una sola voz en Madrid y en Bruselas. La comunidad autónoma se juega mucho en este tema, ya que que del campo andaluz dependen 280.000 agricultores y ganaderos, representa un 8% del PIB andaluz, un 32% del PIB agrario nacional y el 12% del empleo en la región.

El nuevo modelo de la PAC que fue presentado el pasado 12 de octubre por el el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, fue calificado unánimemente por el Parlamento andaluz como una "grave amenaza" para el sector. El acuerdo entre PSOE, PP e IU compromete a los tres partidos andaluces con sus homólogos de Madrid, gobierne quien gobierne tras las elecciones de hoy. Arenas ha criticado mucho a Griñán por no haber mantenido una presencia más constante en Bruselas, donde se deciden políticas vitales para la economía andaluza. Pero en este punto logró cerrarse un pacto de no agresión que será puesto a prueba con un nuevo jefe de Estado en la Moncloa.

La clase política andaluza, sin fisuras, cree que, en términos globales, la nueva PAC aportará menos fondos a Andalucía. Las ayudas directas prevén repartirse en función del número de hectáreas (se cultiven o no) y no del número de cosechas registradas. También obligaría al Estado a desviar el 30% de las ayudas comunitarias a políticas medioambientales, forzaría a los agricultores a dejar el 7% de su tierra sin cultivar y fija un tope de 300.000 euros de ayudas a familias y empresas (ahora podían recibir hasta tres millones). El mayor punto de desacuerdo sobre la nueva PAC es el relativo a la llamada tasa plana, es decir, homologar las ayudas para todo el que posea tierras, aunque no las cultive. Los tres partidos creen que esta fórmula echa por tierra criterios básicos como la productividad y la competitividad, además "no contempla las características específicas del territorio andaluz" como el olivar, la dehesa o el regadío...

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