Si existe un icono gay por antonomasia que se ha mantenido fiel a este público, desde mucho antes de que este colectivo se convirtiese en un suculento mercado, ésa es Madonna. Un documental, que empieza a rodarse hoy en Sevilla, analizará la atracción que sienten por la reina del pop sus más firmes seguidores.
El periodista Javier Paisano, de la mano de Arteimagen Producciones -la productora de la cineasta Pilar Távora- y Claqueta Metálica, dirige este proyecto, que tiene como objetivo analizar por qué esta artista fascina tanto al público homosexual, aprovechando la cita de la ambición rubia en Sevilla.
Paisano explica que la idea surgió mientras veía en televisión las colas que se montaron a las puertas de la FNAC el día en que se pusieron a la venta las entradas para el concierto en el Estadio Olímpico. "Vi que en su mayoría las personas que aguardaban para hacerse con un pase eran gais, que llegaban a declarar que Madonna es más grande que la Virgen del Rocío. Luego empecé a imaginarme cómo los días previos al espectáculo, Sevilla sería tomada por 15.000 ó 20.000 homosexuales, algo insólito en esta ciudad, que carece, por ejemplo, de una fiesta del Orgullo Gay como la de Madrid o Barcelona".
Así nació la idea de este sevillano, que hilvanará el documental usando como hilo conductor las historias de tres foráneos que llegan a la ciudad para asistir al concierto. El reportaje recogerá sus diferentes llegadas a Sevilla y cómo este trío se prepara para asistir al concierto, así como las fiestas posteriores a las que acudirán.
En concreto, los protagonistas de esta historia serán un DJ de Mallorca, que viajará a Sevilla en avión; un diseñador portugués, que acudirá a la cita por carretera, y un madrileño, que llegará en AVE a Santa Justa. Todos ellos son amigos de otros tantos actores que participarán en el documental. José Burgos, David Lora y Manolo Rosado -que participaron en el rodaje de Madre Amadísima, de Pilar Távora-, serán los anfitriones de estos visitantes, recogiéndolos cuando lleguen a la ciudad y viviendo con ellos los momentos previos y posteriores al gran momento.
"Queremos recoger sus testimonios, lo que significa para ellos Madonna, ese divertido proceso en el que se arreglan para acudir al concierto, cómo viven el espectáculo y cómo se relacionan con otros gais en las fiestas posteriores", programadas para la noche de mañana.
Para la producción, Paisano cuenta con tres equipos técnicos, que acompañarán a cada uno de los protagonistas en su periplo por la capital hispalense.
El documental llevará por nombre Madonnismos, un título que "se entiende muy bien en todos los idiomas", señala el director, quien avanza que además, en esta producción se recogerán "todos rumores y cotilleos que están surgiendo alrededor de la cita sevillana; entre otros, que Madonna está preparando una fiesta privada, posterior a su actuación, en el bar Garlochí", un local de culto de la Alfalfa que -atendiendo a la misma rumorología- frecuentaría la artista en sus (supuestas) habituales visitas a la capital hispalense.
Un apartado especial del rodaje serán los momentos previos y posteriores al espectáculo. Paisano rodará cómo los fans viven la espera para ver a su diva a las puertas del Estadio Olímpico, durante las noches previas, en las que espera que acampen para ser los primeros en acceder al recinto. Asimismo, una vez que Madonna se despida del público, el equipo técnico del documental recorrerá las mejores fiestas que se están preparando por la ciudad, así como las zonas de ambiente gay, a fin de tomar testimonios y filmar otra visión de un concierto de la reina del pop.
Para ello, los cámaras se desplazará a la Alameda de Hércules, a los bares del Paseo de Colón y a las fiestas de fans que se han preparado en las discotecas de la isla de la Cartuja, Antique Theatro y Terraza Emporio.
El resultado final no se conocerá hasta dentro de un mes y medio y, aunque el director no sabe aún con exactitud "qué saldrá de este rodaje", tiene claro que intentará exhibir el resultado en festivales de cine gay, así como en cadenas de televisión.
Madonnismos no tendrá un narrador ni ninguna voz en off, ya que buscará que el espectador saque sus propias conclusiones y averigüe por qué el público gay sí enloquece con esta rubia.
