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Cultura

Enterrado en Madrid el domador Ángel Cristo

Al sepelio acudieron sus familiares más directos y su ex esposa, la actriz Bárbara Rey, que se mantuvo en todo momento al lado de sus hijos, Ángel y Sofía.

el 05 may 2010 / 16:13 h.

Los restos mortales del domador y empresario de circo Ángel Cristo han sido enterrados esta mañana en el cementerio de la Almudena de Madrid.

Sólo compañeros del fallecido y los más allegados han acompañado a la familia en el entierro, que fue registrado por varios fotógrafos y alguna cámara de televisión.

Tanto Sofía, que no pudo contener las lágrimas, como Bárbara Rey vistieron totalmente de negro, un conjunto informal con vaqueros y grandes gafas oscuras, la hija, y traje de chaqueta, la madre, ambas con camisa negra, mientras Ángel Cristo Junior vestía traje y corbata negra y camisa blanca.

El cuerpo del domador llegó pasada la una de la tarde a la puerta principal del cementerio madrileño tras haber sido velado por la noche en el tanatorio del hospital de Alcorcón, donde falleció a los 65 años tras sufrir un fallo cardiaco poco después de haber ingresado en las urgencias del citado centro médico.

El sobrino del domador José Miguel Garrido, que atendió a los medios presentes en el exterior del tanatorio, contó anoche que su tío había sufrido dos infartos previos al que acabó con su vida y que horas antes de su muerte había viajado desde Jaén en compañía de un director de circo con el que iba a trabajar en breve.

Ángel Cristo había nacido en Huelva, el 17 de octubre de 1944, hijo de Margarita Dordid, contorsionista cuyo nombre artístico era "La pequeña Carolina", y del trapecista griego Christophol Papadópulos.

El domador, que vivió siempre bajo la carpa de un circo, manifestó desde pequeño su predilección por las fieras.

Debutó en 1966 y cuatro años después se convirtió en empresario al adquirir un pequeño circo que con el tiempo se transformó en el "Circo Ruso", con más de 300 personas trabajando bajo su dirección.

Sufrió numerosos accidentes de trabajo a lo largo de su carrera, además del incendio del circo en 1986, y algunos de ellos lo fueron de gravedad, pero siempre salió adelante pese a las secuelas que le dejaron.

El percance más grave le ocurrió el 29 de julio de 1990, cuando tres leones y un tigre se le abalanzaron y le produjeron heridas en el cuello, tronco y extremidades, así como fractura de seis costillas. Estos mismos animales le atacaron de nuevo en noviembre posterior y una vez más tuvo que pasar por el quirófano.

Cristo, que había entrado en una crisis profesional a partir de este año, fue objeto de denuncias por cuestiones laborales en 1991 y 1994.

Pero Ángel Cristo, que cobró notoriedad pública tras casarse con la vedette murciana en 1980, también tuvo que encarar las denuncias públicas de la actriz, que le acusó de maltrato y de consumir drogas, y terminó por divorciarse de él en 1988, aunque también después la pareja fue objeto del seguimiento de los medios de comunicación.

 

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