Cultura

'Enterrado': Símplemente magistral

España. 2010. Dirección: Rodrigo Cortés. Argumento: Paul Conroy, un contratista americano que trabaja en Irak, se despierta en un ataúd enterrado vivo. Desde ese momento tendrá sólo noventa minutos para averiguar quién le ha puesto allí y cómo salvar su vida. Intérpretes: Ryan Reynolds. Guión: Chris Sparling. Fotografía: Eduard Grau. Color. Música: Víctor Reyes. Duración: 93 minutos. 18 años. Clasificación: ****

el 03 oct 2010 / 20:03 h.

Escena de la película.
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Unos exquisitos títulos de crédito iniciales (los mejores que veo desde hace años) que harían las delicias de Saul Bass y una portentosa música de Víctor Reyes no dejan atisbo de dudas, Buried (enterrado) no va a ser una película cualquiera. La arriesgada apuesta de Rodrigo Cortés de rodar un filme de noventa minutos en un único escenario y con un sólo actor podía parecer una locura a priori, pero todo atisbo de duda acerca del estado mental del realizador español queda despejado cuando, terminada la función, uno ya puede respirar tras haber contenido el aliento durante la gran mayoría del metraje. Y es que, si hay algún pero que ponerle a esta magna producción, este vendría derivado del hecho de que el argumento, que parece sacado de un capítulo de Alfred Hitchcock presenta, queda algo estirado considerando que en media hora podría contarse perfectamente lo que se narra en el triple de tiempo. Pero esa reducción haría que no pudiéramos disfrutar de una planificación, una dirección, una música, una fotografía, un diseño de producción y una interpretación sublimes.

Centrándonos en los dos aspectos más llamativos del filme (aunque desde aquí aplaudo efusivamente a la magnífica labor de Víctor Reyes en los pentagramas, y la capacidad de Sandra Gutiérrez para reinventarse constantemente en los diseños de los ataúdes), hay que comenzar descubriéndose ante la tremenda inventiva de Rodrigo Cortés a la hora de rodar y montar un filme en el que no hay ni un solo plano que se repita, el cineasta supera todas las limitaciones impuestas por el espacio para llevar al público al borde de un abismo del que sólo nos separa el hecho de estar sentados en una butaca que nunca se ha hecho tan pequeña. Pero claro, cuando se tiene a un monstruo llamado Ryan Reynolds delante del objetivo, todo parece más fácil: cambiando totalmente de registro con respecto a su extraordinaria vis cómica, el marido de ScarlettJohansson ofrece un recital interpretativo al que muy pocos epítetos serían capaces de hacerle total justicia, consiguiendo con una facilidad pasmosa la total empatía del público desde el primer minuto.

Decía en agosto en la crítica de Origen que, si nadie lo impedía, estábamos ante el mejor filme del año... quizás Enterrado tenga algo que decir a ese respecto.

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