La carta de presentación del cementerio refleja un paradigmático contraste. Por un lado, la nueva rotonda peatonal y recién inaugurada. Por otro, la sala de duelos cerrada y repleta de andamios desde hace dos años. El Consistorio anuncia un plan de actuaciones, mientras los sindicatos estudian movilizaciones.
Los grandes proyectos del cementerio de San Fernando llevan años congelados. El techo de la sala de duelos se desprendió a principios de 2007 y aún no ha sido reparada. Los baños se clausuraron por su mal estado y en este tiempo sólo se ha habilitado una solución en el ala derecha del camposanto -que aún carece de un acceso iluminado-, junto a los cimientos de los nuevos hornos crematorios, cuya obra quedó paralizada por el conflicto surgido con la empresa adjudicataria. A unos metros, el Paseo de la Libertad, cuyo plan de reurbanización tiene que ser revisado ahora tras quedar vacío el concurso. A estos hechos, se añade un creciente malestar entre la plantilla y los sindicatos por un empeoramiento de las condiciones laborales, la demanda de nuevos recursos y el aumento de las críticas de los ciudadanos.
El contraste de la entrada se repite en todo el camposanto. Hay zonas cuidadas, principalmente las que entran en el circuito turístico por las monumentos funerarios de poetas y toreros. Y otras, como la fosa donde se alojan las cenizas tras las exhumaciones -si los familiares lo deciden- que aparecen llenas de rastrojos, con ladrillos rotos y tierra removida. Un gato reposa sobre un ferétro. Un perro mira atentamente una tumba.
En este escenario no hay director desde hace mes y medio, tras la salida de José Antonio Infiesta. Pero sí una serie de proyectos pendientes de ejecución, que trata ahora de acelerar José Antonio García, el director general de Consumo.
El ex concejal es capaz de presentar un detallado listado de iniciativas que se ejecutarán a corto plazo: las obras de reparación de los servicios están ya cerradas y se iniciarán en unos días; el Paseo de la Libertad está ya en manos de Urbanismo; los nuevos hornos crematorios -la actuación más ambiciosa con un presupuesto que supera los dos millones de euros- están en Intervención con el objetivo de salir a concurso en unos días y que las obras puedan comenzar antes de fin de año -el plazo anunciado al inicio del mandato era el mes de junio-. La enumeración se completa con una serie de respuestas a demandas concretas de la plantilla y del servicio: un camión, una barredora mecánica y 3.000 guantes para realizar las exhumaciones.
Este último detalle no es una simple anécdota. CCOO lo pone como ejemplo de los problemas que tiene el servicio en estos momentos. Aseguran que la falta de un director gerente -Salud y Consumo prevé designarlo en los próximos días- está agravando unos problemas que han deteriorado la situación del camposanto en el último año: "Nunca había estado tan mal. Con tan pocos recursos y tan sucio. Esto repercute en nuestro trabajo y en el servicio que somos capaces de prestar", apuntan desde el sindicato.
CCOO y UGT coinciden en este malestar. Y en un temor: hay corrientes en el Gobierno que apuestan por cambiar la gestión y transformar el camposanto en una empresa municipal. Las centrales han pedido ya explicaciones a la Delegación de Salud sobre el futuro de San Fernando.
