El partido del sábado ante la Real Sociedad ha dejado un poso de frustración en el sevillismo más allá de una derrota que deja al equipo de Unai Emery sin posibilidad de alcanzar vía directa a la Liga Europa. Primero, por la negligente actuación del colegiado Alfonso Álvarez Izquierdo y de sus asistentes, que, pese a la demostración de superioridad del conjunto vasco, condicionaron el partido con decisiones increíblemente erróneas en tramos decisivos de la contienda. Pero si cabe, el grado de indignación aumentó cuando la megafonía del Pizjuán elevó significativamente sus decibelios a la conclusión para, primero, con el himno del Centenario, y luego, con el Highway to Hell de AcDc, evitar que se escuchasen los pitos dirigidos contra el palco, precedidos en los últimos minutos del choque por los ya habituales cánticos en el Gol Norte pidiendo la salida del club del presidente José María del Nido. Fue una situación inaudita en Nervión en los últimos tiempos, que provocó incredulidad primero e indignación después. Tras el partido se reflejaba ese malestar en los foros de aficionados del Sevilla, y corrió como la pólvora en Twitter. Inconcebible censura a protesta de la afición al final tras animar durante todo el partido, abre torpemente espita a hacerla en otro momento, se podía leer en la cuenta oficial de La Voz del Sevillismo (@vozSevillismo), la plataforma de pequeños accionistas del club que se ha ido gestando en las últimas semanas, y que aspira a convertirse en asociación en los próximos meses. Los Biris también se expresaron en términos similares en su cuenta de Twitter (@birisoficial): Nueva derrota. Megafonía al máximo para evitar protestas al finalizar el partido, una vergüenza. Felicidades a la Real y a sus seguidores, manifestaban. Desde el Gol Norte se escucharon, como viene siendo habitual esta temporada el Del Nido vete ya, especialmente en los últimos instantes del choque. En forooficialsfc.com se extendían muchas reflexiones sobre lo sucedido en el Pizjuán ante la Real y también en el resto de la temporada. Algunas apoyaban a Del Nido y su consejo, recordando que es el mejor presidente de la historia del club y que los títulos que ha llevado a las vitrinas con su gestión le siguen dando margen de confianza. En cambio, otras opiniones destacan que Del Nido ha empezado a traicionar una de sus máximas con el affaire de la megafonía: en el Sevilla sólo son imprescindibles la afición, el escudo y la bandera. Pues a la afición no le permitieron el sábado expresarse con libertad. De esta manera, y en función también de lo que ocurra en Pamplona el próximo domingo, el partido que cierra la liga en el Pizjuán, ante el Valencia, podría convertirse en toda una declaración de los sevillistas hacia la gestión del consejo de administración del Sevilla. Pitos también se llevó, y muchos, Álvarez Izquierdo, el último colegiado de una larga lista que ha perjudicado al Sevilla FC de forma grave en esta temporada. El sábado se quejaba Unai Emery, pero sobre todo recordaba esta circunstancia Fernando Navarro en la zona mixta. Ha sido un quiero y no puedo toda la temporada. El equipo está triste y frustrado, porque lo intenta, trabaja bien y hay cosas que se escapan, porque tampoco tuvimos suerte con algunas decisiones arbitrales. Llevamos todo el año así. No queremos que nos beneficien pero nos han quitado más de lo que nos han dado, hemos tenido muchos partidos condicionados por los árbitros. En la lista de estos errores está, por ejemplo, la actuación de Mateu Lahoz en el Sevilla-Barcelona, y aquella expulsión de Gary Medel después de que Cesc Fábregas simulara que recibía un cabezazo, además de conceder a los azulgrana un gol precedido por una mano flagrante de Thiago. Imposible de olvidar también el arbitraje de Muñiz Fernández en Cornellá, con la incomprensible expulsión de Reyes tras darle orden de sacar una falta y el inexistente penalti de Navarro sobre Verdú. Del Cerro Grande auspició las críticas de los sevillistas en el último derbi con el penalti de Fazio a Molina o la rigurosa expulsión de Medel; o González González, con la mano clara de Mario en el gol del Atlético en el Pizjuán. No son pocos, pero hay algunos más. Y con más suerte en esos partidos con los árbitros, seguro que habría más puntos y menos pitos en el Pizjuán. Así es el fútbol.
